Las varillas de incienso rojas con su olor aromático invaden los callejones y están presentes en patios de casas de los residentes en la aldea de Quan Huong, de la provincia centrovietnamita de Quang Nam.

Fundada hace casi 200 años, la aldea de oficio produce inciensos todo el año, pero los días próximos al Tet (Año Nuevo Lunar) son el tiempo de mayor ajetreo debido a la alta demanda.

Durante ese período, los lugareños trabajan hasta las dos de la madrugada para poder distribuir a tiempo sus productos a clientes lejanos.

Los inciensos de este pueblo llevan una aroma especial gracias a sus ingredientes, hechos del polvo extraído de la corteza de canela, un árbol típico de Quang Nam, y al quemarlos se esparce un humo fragante y no hace daño a la salud humana.

Quan Huong cuenta con más de cien hogares dedicados a esta labor, confecciona cada año unas 800 toneladas y sus productos están presentes en todos los rincones de Vietnam.

Los vietnamitas creen que la quema de incienso en los altares a los ancestros es una manera de enviar sus deseos a los predecesores, particularmente en la ocasión del Tet, tiempo que las familias se reúnen para rendirles homenaje.-VNA