En ocasión del cuadragésimo quinto aniversario de la fundación de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN), la VNA presenta el siguiente artículo del canciller Pham Binh Minh:

La creación de la ASEAN, declarada el 8 de agosto de 1967 en Bangkok, abrió una nueva época de la cooperación entre países en el Sudeste de Asia y dio la base para la actual construcción de una comunidad regional.

Desde los cinco primeros países firmantes de esa declaración, Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur y Tailandia, la membresía del bloque hoy día incluye también a Brunei, Vietnam, Laos, Myanmar y Cambodia, mientras la única restante nación sudesteasiática, Timor Leste, prepara su ingreso en un futuro cercano.

La agrupación cubre una superficie de unos cuatro millones 500 mil kilómetros cuadrados, con una población de 575 millones de habitantes de rica y diversa identidad cultural.

La economía de la ASEAN se caracteriza por el dinamismo y alto ritmo de desarrollo, con un crecimiento promedio anual de cinco por ciento, pese a la obstrucción de la economía mundial inmersa en una crisis financiera. El PIB de la agrupación totalizó unos tres billones 200 mil millones de dólares.

Durante sus 45 años de existencia, la aspiración por la paz y el desarrollo es siempre la brújula de operaciones del organismo integracionista y constituye el factor principal que une a los miembros.

Hoy día, la colaboración del bloque ha entrado en una nueva etapa de desarrollo, con enfoque en la calidad y la eficacia, y avanza hacia la formación, programada para 2015, de una comunidad unida en política, sólida en economía y complementaria.

En la arena internacional, el grupo atrajo la participación de unos 20 socios, incluidas potencias mundiales e importantes bloques políticos económicos, en sus foros de diálogo y cooperación.

La asociación aplica el mecanismo bilateral ASEAN + 1 con Australia, Canadá, China, Japón, Sudcorea, la Unión Europea, India, Nueva Zelanda, Rusia, Estados Unidos y la ONU.

Otros modelos de diálogos notables son ASEAN + 3, con China, Japón y Sudcorea y la Cumbre de Asia del Este, con China, Japón, Sudcorea, Australia, Nueva Zelanda, Rusia, Estados Unidos e India.

Esos foros, cada uno con su propia identidad, generaron diferentes redes de conexión dentro de una estructura regional abierta hacia la paz, estabilidad y desarrollo, con la entidad sudesteasiática como núcleo.

También sobresalió el encuentro anual ARF (en inglés ASEAN Regional Forum), creado en 1994 e integrado por 27 países, único foro de política y seguridad en Asia – Pacífico.

Mediante tres procesos principales, de construcción de confianza, diplomacia preventiva y formación de visión común sobre los conflictos, el ARF no se detuvo en conversaciones simbólicas, sino que planteó soluciones concretas para múltiples problemas desde la prevención de desastres hasta desarme.

Los éxitos del ARF se arraigan en las propias normas de operación de la ASEAN, las cuales incluyen la unanimidad, progreso e no intervención en asuntos internos.

Acerca del Mar Oriental, el organismo mantiene un papel central con reiteradas manifestaciones oficiales al respecto desde 1992.

La Declaración de la Conducta de las Partes Concernientes (DOC), firmada en 2002 con China, y los seis principios recién aprobados por la asociación sobre el Mar Oriental, demostraron el interés y enfoque común de los países sudesteasiáticos en este tema, así como su eficacia en buscar consenso.

La concepción conjunta de la ASEAN sobre las disputas en esa zona es la necesidad de respetar y cumplir el derecho internacional, incluida la Convención de la ONU sobre la Ley Marítima 1982 (UNCLOS) y las normas acordadas, sobre todo las mencionadas en el DOC.

En la actualidad, la organización regional está dispuesta a negociar y firmar con China un Código de Conducta (COC) entre las partes relacionadas, en contribución a la paz y estabilidad en el área.

Con miradas hacia una comunidad de estrecha e integral conexión, los integrantes de la ASEAN se esfuerzan por cumplir sus compromisos regionales económicos y socioculturales.

Tales procesos incluyen aperturas de mercado, impulso del comercio, mejoramiento de la competitividad, disminución de brechas económicas, garantía de un desarrollo equitativo y sostenible, entre otros.

Al considerar el hombre como centro de desarrollo, los miembros del bloque se concentran cada vez más en la cooperación por el desarrollo humano, mejoría de condiciones de vida, así como programas de bienestar social y protección ambiental.

Los 45 años de colaboración brindaron una potencia visible para la ASEAN, lo cual funciona de base para el avance en el futuro, en primer lugar, para la conversión en una comunidad unida, sólida y abierta en 2015. – VNA