En las obras creadas a lo largo de su vida, el Presidente Ho Chi Minh dio importantes instrucciones que hoy día se mantienen como herencias valiosas del Partido Comunista de Vietnam (PCV).

En ocasión del aniversario 85 de la fundación de la organización líder de la revolución vietnamita (3 de febrero de 1930), Hoang Chi Bao, miembro del Comité Teórico de su Comité Central, analizó la ideología de Ho Chi Minh sobre el liderazgo del PCV.

En su histórico Testamento, el héroe de los vietnamitas declaró contundentemente que “el Partido Comunista es un partido gobernante”, conclusión sacada de argumentos tanto teóricos como prácticos, reiteró el funcionario.

Señalando la naturaleza del PCV como producto del marxismo – leninismo, el movimiento obrero y el patriotismo del pueblo vietnamita, Ho Chi Minh explicó profundamente el vínculo inseparable entre el Partido Comunista y las masas nacionales.

De no existan las teorías revolucionarias, no habría los movimientos revolucionarios, así afirmó el ilustre político, quien en sus palabras transmitidas a las generaciones sucesoras esclareció que sólo pueden cumplir la misión de fuerza de vanguardia los partidos que disponen de teorías correctas como brújula de orientación.

Una organización política auténtica y revolucionaria debe ser el pionero en cuanto a la conciencia teórica y científica, así como el símbolo de la moral, la imparcialidad y consagración al pueblo, según el Presidente, citado por Chi Bao.

En sus 12 principios destinados a construir un PCV legítimo y revolucionario, Ho Chi Minh subrayó que “el Partido es una organización revolucionaria, no del interés económico o poder de cualquier individuo”, ya que de lo contrario, caería en la degradación y la corrupción, alejándose a la población y perdiendo la capacidad de autoprotección.

A través de la obra “Cambiar el estilo de trabajo” escrita en 1947, el gran líder exteriorizó por primera vez sus ideas sobre la renovación del PCV en calidad de partido gobernante.

Ignorar la teoría y contentarse con las experiencias ganadas en el trabajo son raíces del negativo empirismo que conduce al dogmatismo, y los funcionarios que no solo se muestran deficientes en las labores sino también perezosos en el estudio cometerán fácilmente errores por el subjetivismo, voluntarismo y superficialidad, apuntó Ho Chi Minh.

También señaló que son condiciones cruciales para construir la democracia en la sociedad el respeto por parte de los miembros partidistas de la opinión de los ciudadanos y las críticas, así como la autocritica y la voluntad de corregir errores de sí mismos.

Es necesaria la democracia para la unidad y el consenso popular y los partidistas deben mantener la abnegación y la dedicación al interés popular y la ejecución de la legislación, instruyó.

En su juicio, aquellos que pierden la virtud y caen en el individualismo, bien que tengan tanta excelencia, nunca podrán liderar al pueblo.

Durante los 24 años en el cargo del presidente del Partido Comunista y del Estado, Ho Chi Minh, con sus palabras y hechos, les sirvió a los vietnamitas como ejemplo de gran dignidad en el arte de liderazgo y gobernación, concluyó Chi Bao. – VNA