El emplazamiento ilegal por China de una plataforma petrolera en la zona marítima vietnamita muestra clarividentemente su “intento de utilizar la fuerza para resolver una disputa internacional”, valoró el experto singapurense David Koh.

El independiente consultor, quien realizó estudios sobre Vietnam durante los últimos 20 años, afirmó en un artículo publicado ayer en el diario “The Straits Times” que el uso de la fuerza paramilitar en la región constituyó un reto sumamente grave contra los principios fundamentales para mantener la paz.

Durante las últimas décadas, China solamente habló de la boca hacia afuera sobre la iniciativa de crear un código de conducta, mientras que emprendió la modernización militar y la consolidación de su reclamación de soberanía, por lo cual los países miembros de la ASEAN deben actuar de manera unida, acotó.

La Asociación de Naciones de Sudeste Asiático (ASEAN) debe revalorar la amenaza china contra el orden regional que la agrupación construyó y manejó con cuidado durante las últimas cuatro décadas, opinó.

La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la perforadora Haiyang Shiyou – 981 en una zona a 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 22 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 36 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior.

El gobierno chino movilizó numerosos barcos armados, incluidos militares, para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de otros países navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Esa acción unilateral de la parte china constituye una grave violación a la soberanía, los derechos jurisdiccionales de Vietnam, refrendados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS) y va en contra de las leyes internacionales y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y China (DOC), firmada en 2002.

También hiere los sentimientos sagrados entre los dos pueblos y genera una profunda indignación en todos los vietnamitas y los amantes de la paz y la justicia en el mundo. – VNA