La filial de la Sangha budista de Vietnam en la provincia sureña de Binh Duong organizó una ceremonia por la paz en el Mar Oriental, alterada debido al emplazamiento ilegal por China de la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981 en aguas vietnamitas.

En su mensaje, expresó respaldo a aquellos que montan día y noche firme guardia para proteger la soberanía nacional.

También hizo un llamamiento a los fieles budistas a contribuir con sus recursos y esfuerzos a la defensa nacional, así como estimular con asistencia material a los pescadores y las fuerzas militares y policíacas que están cumpliendo sus misiones en las fronteras marítimas e insulares de la Patria.

Diversas empresas en la localidad también recaudaron fondos en apoyo a los pescadores, cuyos medios de vida en áreas de faena tradicional han sido afectados por la instalación ilegal de la plataforma petrolera china desde principios de mayo.

Mientras tanto, representantes del Fondo filantrópico “Corazón de oro” de la Confederación General de Trabajadores de Vietnam visitaron y entregaron obsequios a pescadores de la provincia central de Quang Tri, cuyos buques fueron dañados por navíos chinos.

La provincia de Quang Tri cuenta actualmente con 175 pesqueros que operan frecuentemente en caladeros cerca de los archipiélagos vietnamitas de Hoang Sa (Paracels) y Truong Sa (Spartlys).

Desde al principio de este año, 12 pesqueros de esta localidad fueron atacados por buques chinos, lo que afectó seriamente sus medios de vida.

Las autoridades locales y organizaciones de trabajadores se esforzaron para ayudarles a superar las dificultades.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982, y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental. – VNA