Para mantener la paz y seguridad en el Mar Oriental, las partes concernientes deben respetar el derecho internacional, solucionar las disputas por vías pacíficas y abstenerse de actos inhumanos contra pescadores, expresó el experto vietnamita Vu Khanh.

En su artículo “Deben respetar el derecho internacional en el mantenimiento de la paz y seguridad en el Mar Oriental” enviado a la Agencia Vietnamita de Noticias, subrayó la necesidad de cumplir cabalmente la Carta de la ONU y la Convención de esa organización sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.

Según el investigador de asuntos internacionales, se debe evitar acciones que podrían afectar las transacciones económicas y comerciales por vía marítima.

Con una superficie de cerca de tres millones de kilómetros cuadrados, el Mar Oriental, un área semicerrada en Asia- el Pacífico, mantiene una posición estratégica para las naciones dentro y fuera de la región, pero potencia riesgos de conflictos por las reivindicaciones territoriales y espacio marítimo entre los estados en la región, precisó.

Afirmó que con sus potenciales recursos económicos y valores en términos sociales y ambientales, el Mar Oriental reviste una significación vital para nueve países ribereños: Viet Nam, China (incluido Taiwán), Filipinas, Malasia, Brunei, Indonesia, Tailandia, Cambodia y Singapur.

Abundó que por sus intereses, los estados relacionados directamente o indirectamente con ese mar reajustaron sus políticas, pueden ser consistentes o insolentes, pero en general, actuaron con mesura para evitar conflictos.

En lugar de enfrentamiento, se prefiere al diálogo, acotó y remarcó que los países de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) desplegaron mayores esfuerzos para la implementación de la Declaración sobre la Conducta de las partes concernientes en el Mar Oriental (DOC), en aras de la conclusión de un Código al respecto (COC) con un compromiso político más fuerte y mecanismos de control y prevención de disputas más efectivos.

Sin embargo, aseveró, existen diferentes interpretación y aplicación de las leyes internacionales, sobre la UNCLOS en torno a las áreas superpuestas, el derecho y el deber de las partes vinculadas.

Criticó el emplazamiento ilegal de China de la instalación petrolera Haiyang Shiyou-981 en la zona económica exclusiva y plataforma continental de Vietnam que viola gravemente las leyes internacionales y vietnamitas, los derechos soberano y jurisdiccional de Hanoi y la Carta de la ONU.

Beijing debe reflexionar sobre su responsabilidad en la garantía de la paz y la seguridad en el Mar Oriental, así como en la contribución a un ambiente pacífico y de prosperidad en la región de Asia- Pacífico, aseguró.


Reiteró que el despliegue por parte de China de aviones y barcos, incluidos los militares, así como los ataques contra barcos de la guardia costera y pesqueros vietnamitas es claramente un uso de la fuerza y estos actos constituyen una flagrante violación de la Carta de la ONU, que China es un miembro.

Como integrante de la UNCLOS, China tiene el debe de cumplir y cooperar en la resolución de disputas. En sus relaciones con la ASEAN, además de cumplir con ese documento, Beijing debe respetar la DOC y participar en la elaboración del COC en el Mar Oriental, señaló.


La solución pacífica de controversias es una tendencia innegable que recibe el apoyo de la mayoría absoluta de países de todo el mundo, indicó.


Es necesario mejorar la eficacia de los mecanismos de seguridad regionales como la Cumbre de Asia Oriental (EAS), el Foro Regional de la ASEAN (ARF), la Conferencia ampliada de Ministros de Defensa de ASEAN (ADMM +) y el Diálogo de Shangri -La, con el fin de prevenir el riesgo de conflictos y dirimir desacuerdos,


Recordó que la DOC prohíbe actos inhumanos contra los pescadores en situación de peligro. Los últimos actos de barcos chinos son inhumanos y contrarios al derecho internacional y el mencionado documento, del cual China es un firmante.


Exigió a China retirar inmediatamente su plataforma, sus barcos y aeronaves de las aguas vietnamitas, y debe comprometerse a no dejar que suceda de nuevo actos perjudiciales para las actividades económicas en el mar, a la espera de un COC más vinculante.


La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la perforadora Haiyang Shiyou – 981 en una zona a 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 22 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 36 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior.

El gobierno chino movilizó numerosos barcos armados, incluidos militares, para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de otros países navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Esa acción unilateral de la parte china constituye una grave violación a la soberanía, los derechos jurisdiccionales de Vietnam, refrendados en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS) y va en contra de las leyes internacionales y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y China (DOC), firmada en 2002.

También hiere los sentimientos sagrados entre los dos pueblos y genera una profunda indignación en todos los vietnamitas y los amantes de la paz y la justicia en el mundo.