Por su belleza, atributos culturales e históricos, las autoridades vietnamitas analizan otorgarle al loto la categoría de flor nacional.

Ese hermoso representante del reino vegetal concentra en sí diversos valores que incluyen divinidad, pureza y conocimiento, entre otros.

Un paseo por el lago hanoyense Tay u Oeste, en junio y julio, permite disfrutar de las cualidades de esas flores en pleno nacimiento.

En horas tempranas, muchos capitalinos visitan ese estanque de agua, el más grande de la ciudad, para recoger flores y prepararse un té, aunque hay otros que solo se dedican a la contemplación.

Por ejemplo, Luu Thi Hien, una residente en las orillas del Tay, afirma que la hora adecuada de recolección es antes de la salida del sol y que las mejores para aromatizar las infusiones, son las más tiernas.

El método para prepararse un tè de loto ha cambiado con el tiempo, pues ya no son solo los pistilos; hay otras variantes de confección.

Según Thi Hien, ahora se utilizan los pétalos como envase. Se coloca té seco para que se perneara de perfume y la infusión solo se consume el mismo día, unas horas después pierde sabor, apunta.

Otras visitas al Tay resultan las de los jóvenes para fotografiar la gran variedad de colorido en las flores que van desde el rosa intenso al blanco puro pasando por el rosado pálido y el amarillo.

Todas las partes de la especie vegetal poseen cualidades medicinales. Sus semillas con azúcar resultan un manjar especial.

De ahí que las autoridades vietnamitas hayan tomado en cuenta todas esas cualidades del loto para elevarlo a una posición de privilegio con respecto a otras flores que se cultivan o nacen de manera espontánea en el país indochino.-VNA