Chu Dau, un punto pequeño en la geografía de Vietnam, obtiene su grandeza en las obras de los artesanos que convierten el barro en joyas de cerámica.

Mermada por los altibajos de la historia, esa modalidad artística y manufacturera resurgió en tiempo reciente, gracias al amor de los residentes del distrito Nam Sach, de la provincia norteña de Hai Duong.

Chu Dau es una de las aldeas más antiguas de Vietnam dedicadas al arte y confección de la cerámica, pues hay constancia de que en el siglo XIV esa comuna exportaba productos de alta calidad a 32 países, pero luego, en el XVII, cayó en decadencia.

Con el afán de recuperar ese oficio, los pobladores de Nam Sach invitaron a maestros a enseñar técnicas tradicionales, perfeccionar el barniz y dar nueva vida a sus obras.

Nombrado en 2001 para recuperar ese oficio casi olvidado, el director de la empresa Chu Dau, Nguyen Van Luu, indicó que tras 10 años de ardua labor los artesanos de ese sitio recobraron la fama de antaño.

Para crear obras maestras, deben cumplirse procedimientos muy estrictos como seleccionar y preparar la arcilla del sagrado terreno de Chi Linh, modelar objetos, decorarlos con dibujos y aplicarles esmaltes, acabado y barniz.

El proceso exige consagración, habilidades y sobre todo, amor al oficio, los cuales definen el carácter fino y el valor del objeto.

Hoy día, los productos de la centenaria aldea son muy diversos, tanto en la faceta utilitaria como en la decorativa con floreros, vajillas, jarrones, palanganas, animales y objetos de ofrenda, entre otros.

Cada año, decenas de miles de personas acuden a ese lugar para hacer compras de la marca comercial Chu Dau Hapro, la cual es muy conocida por vietnamitas y visitantes extranjeros.

La combinación de lo tradicional con lo moderno ha renovado los productos y revivido sus momentos más gloriosos, según el artesano Vu Nham, quien enfatiza en conservar lo tradicional, desde el modelo hasta los esmaltes.

El restablecimiento y enriquecimiento de la cerámica Chu Dau reporta notorios beneficios socioeconómicos a sus habitantes, en los cuales también está presente otro rasgo de un Vietnam decidido a integrarse a la comunidad internacional sin perder sus identidades nacionales./.