La conferencia regional sobre la crisis migratoria en el Sudeste de Asia se inauguró hoy en Bangkok.

Participan en la reunión representantes de 17 países afectados directa o indirectamente por ese fenómeno y Estados Unidos, Japón y Suiza, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para la Migración.

En su discurso inaugural, el ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia, Thanasak Patimaprakorn, calificó de “alarmante” las crecientes oleadas de migrantes y exhortó a los gobiernos a resolver las causas raíces de esta crisis.

“Ninguna nación puede enfrentar solo este problema,” declaró.

Además de proveer asistencia a los necesitados, se debe prevenir este fenómeno, combatir contra los crímenes transnacionales y desmantelar las redes de trata humana, urgió.

Actulamente, países en Asia están luchando por solventar el asunto de miles de migrantes transportados en embarcaciones hacinadas en las aguas de Indonesia, Malasia y Tailandia.

Se estima que durante las últimas semanas, al menos tres mil personas se hallaron varadas en las costas o salvadas por pescaderos, la mayoría de ellas pertenecientes al grupo islámico minoritario Rohingya en Myanmar y bangladesíes que buscan una mejor vida.

La semana pasada Malasia e Indonesia acordaron ofrecer alojamiento temporal en un año para los migrantes.

Más concretamente, Yakarta declaró los rohingyas pueden permanecer en el territorio indonesio en un año, pero los bangladesíes estarán obligados a repatriarse.

Mientras, Tailandia anunció una ayuda humanitaria para esos necesitados. – VNA