Las Cámaras Extraordinarias en las Cortes de Cambodia (ECCC, en ingles) contra los crímenes del régimen genocida de los Khmeres Rojos enfrentan otro desafío a la renuncia de su cofiscal Andrew Cayley por motivos personales.

El anuncio se produjo en medio de la huelga por los salarios pendientes de los 250 funcionarios de la ECCC, incluidos los jueces y fiscales, que comenzó en junio pasado.

El portavoz de la institución, Neth Pheaktra, informó que los empleados confirmaron que no volverán al trabajo hasta que se resuelva la cuestión salarial.

Según las previsiones, la corte internacional necesita este año unos tres millones de dólares para pagar a su personal.

Ante la situación, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó a finales del mes pasado al respaldo financiero de los donantes internacionales al mantenimiento de las actividades del tribunal.

Desde su creación en 2006, la ECCC ha gastado 173 millones de dólares, incluidos 131 millones para los salarios de los empleados extranjeros y el resto para los domésticos.

Después de casi ocho años de operación, el tribunal dictó una sola sentencia contra el exdirigente Khmer Rojo, otrora director de la “famosa” prisión Toul Sleng, por cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad.

En la actualidad se llevan a cabo ensayos contra otros dos exdirigentes de los khmeres rojos, Khieu Samphan y Noun Chea, acusados por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Tres millones de personas fueron asesinadas durante el período 1975 – 1979, incluidas 20 mil víctimas en la cárcel Tuol Sleng. – VNA