Con diferencias en el modo de arreglarlas en cada región, la colocación de ofrendas a los antepasados para expresar el agradecimiento y respeto es lo más importante para los vietnamitas en cada Tet (Año Nuevo Lunar).

En el Norte del país, los homenajes deben contener tres tipos de sopa, una cuenca de arroz y seis platos de comida con numerosos ingredientes tradicionales como carne de gallina, cerdo y pescado; además de arroz y verduras.

Mientras que en el Sur se sitúa en el altar familiar un plato de carne de cerdo estofado con coco o huevo y una sopa típica de la región.

Las ceremonias del Tet comienzan la semana antes del Año Nuevo Lunar. Se cree que durante esos días los ascendientes regresan para reunirse con la familia. Por lo tanto, la adoración se preparará a partir de los primeros días de diciembre del año que finaliza.

Después de cumplir ese culto, toda la familia se reunirá con amigos y vecinos para disfrutar de las comidas tradicionales y charlar sobre el pasado, así como regalar las buenas felicitaciones en el año entrante.

Para Trieu Quoc Lap, un residente vietnamita en la República Checa, cada vez que llega el Tet, cualquier nacional en el país o el exterior siente inquietud por los recuerdos de la familia y las costumbres del pueblo.

A pesar de los numerosos cambios en la ofrenda del Tet, agregó, los vietnamitas mantendrán el significado y forma de expresar este ritual para siempre. -VNA