Con sus 14 siglos de historia, Dinh Cong, aldea dedicada a la platería en Hanoi, se esfuerza por protegerse ante los desafíos actuales como la integración internacional y la desaparición gradual del oficio.

Según el historiador Phan Huy Chu (1782-1840), joyas de plata confeccionadas en Dinh Cong eran famosas en toda la antigua capital y muchos de sus artesanos fueron invitados a hacer adornos para los miembros de la familia real.

En memoria del famoso orfebre Quach Văn Trường, la aldea estuvo alguna vez llena de plateros. Sin embargo, hoy en día sólo hay dos familias especializadas en este arte tradicional.

El trabajo artesanal incluye tres aristas: la decoración, el grabado y la filigrana (una técnica que consiste en hacer finísimos hilos de plata y con ellos realizar trabajos delicados en joyería). La plata no es tan lujosa como el oro. En cambio, su belleza proviene de su calor profundo y encanto único.

Los productos de plata de Dinh Cong son muy diversos e incluyen broches en forma de mariposas, aretes, pulseras y collares.

El oficio requiere que los artesanos trabajen con minuciosidad. De acuerdo con Van Truong, la plata utilizada para hacer la estructura básica de la pieza debe ser 95% pura. Esto asegura que la pieza final sea dura y brillante. La plata empleada para hacer los hilos debe ser pura en el 99%, para que pueda alcanzar hasta 0,28 milímetros.

La elaboración de un producto lleva meses. La calidad es más alta cuando los patrones están unidos de manera uniforme en el producto y no se ven marcas de soldadura.

Con el fin de preservar la artesanía tradicional, el orfebre hace objetos de decoración sofisticada. Sus talentosas manos crean obras que contienen cientos, incluso miles de motivos armoniosos.

Puede no ser tan colorido como la pintura o tan natural como la cerámica, la plata tiene sus propios encantos, creando obras puras y de bellas artes que nunca envejecen. – VNA