El presidente de Myanmar, U Thein Sein, se comprometió este jueves a realizar todas las acciones necesarias, incluida la intervención armada, para frenar los disturbios entre las comunidades musulmana y budista, en peligro de extenderse en el país.

En una entrevista con la televisión nacional, el mandatario indicó que el ejército, bajo estado de emergencia , intervendrá con el fin de proteger los ciudadanos y las propiedades, así como para restaurar el orden en algunas localidades.

La ola de violencia religiosa estalló el pasado día 20 en altercados en la ciudad de Meikhtila entre los budistas, comunidad que ocupa el 89 por ciento de los cerca de 60 millones de habitantes en Myanmar, y la minoría islámica poseedora de sólo cuatro por ciento de su población.

Frente a la situación inestable, el gobierno estableció el toque de queda de 18 horas del día a las seis del próximo en cinco distritos de la región central de Bago.

Según los últimos datos, al menos 42 personas murieron, 93 resultaron heridas, 12 mil se evacuaron y mil 200 casas fueron destruidas debido a los disturbios de la semana pasada.

Cientos de birmanos de diversas religiones llegaron la víspera a la ciudad de Yangon para participar en el evento “Rezar por Myanmar” en un esfuerzo por detener la discriminación racial y religiosa.-VNA