Un calor prolongado deja negativos impactos tanto a la vida cotidiana de los malasios como a la agricultura de esa nación sudesteasiática.

En el estado de Johor, el volumen de agua potable que abastece la planta Sembrong Timur descendió de 31 millones de litros al día a 19, causando escasez del vital recurso en 51 mil familias.

En tanto, la sequía quitó la mitad del ingreso de 30 mil familias caucheras en el estado Pahang, quienes la califican de peor que la reciente caída del látex en el mercado mundial.

De misma manera, ocho mil agricultores en el estado de Kelantan fueron obligados de anular la actual cosecha de arroz, con una pérdida de 28 millones de dólares.

En una reciente reunión de gabinete, el primer ministro Najib Tun Razak urgió a la población a ahorrar el líquido vital para enfrentar a la drástica situación, al tiempo que dejó abierta la posibilidad de crear lluvias artificiales una vez que se formen nubes bajas. – VNA