Las familias vietnamitas el día 23 del último mes del calendario lunar preparan una ofrenda para despedir a los dioses de la cocina (Ong Cong y Ong Tao).

Esas divinidades comprenden dos masculinas y una femenina quienes protegen a todos los miembros de la familia y persisten en el fuego de la cocina para brindar a las felicidades y salud.

Según la leyenda, estos santos tienen a sus cargos presentar e informar al Emperador de Jade del Cielo sobre el comportamiento de cada núcleo.

En ese día, se elaboran de manera cuidadosa las ofrendas, queman las ropas hechas de papel, incluidos sombreros, mantos y calzados para rendir culto a esos dioses.

Con el deseo de recibir la buena suerte en el entrante año, se liberan las carpas como un vehículo para el viaje de Ong Cong y Ong Tao.

Por lo general, el desarrollo de esta acción significa el cambio entre los años antiguo y nuevo y el comienzo de una serie de celebraciones para la Fiesta de la Primavera (Año Nuevo Lunar).

Después de despedir a esos dioses, las familias siempre limpian y decoran sus casas por el advenimiento del Año Nuevo Lunar con la creencia de que la purificación representa un buen comienzo.

El fuego de la cocina constituye el símbolo de la reunión familiar, abundante cosecha y desarrollo agrícola. Por eso, esta costumbre tradicional expresa el respeto de los vietnamitas a las felicidades y vida familiar ante la llegada del Tet./.