La Asociación Vietnamita de Víctimas del Agente Naranja/Dioxina (VAVA) apoya la demanda presentada por Tran To Nga, una víctima del Agente Naranja que reside en Francia, informó su presidente Nguyen Van Rinh.

La firma de abogados William Bourdon y Forestier en París presentó el miércoles último una demanda ante el tribunal en la ciudad de Evry, provincia de Essonne, en nombre de To Nga, ciudadana francesa de origen vietnamita expuesta a la dioxina durante la pasada guerra en el país indochino, para exigir una compensación de las compañías estadounidenses productoras del letal químico, incluyendo Monsanto y Dow Chemical.

Van Rin llamó a todas las víctimas del Agente Naranja unirse por el objetivo común de detener el uso de armas químicas de destrucción masiva y otras.

Instó a ciudadanos de todo el mundo, organizaciones y los gobiernos a tomar medidas para ayudar a los damnificados del tóxico químico, entre ellos millones de vietnamitas.

Nacida en 1942, To Nga trabajó como corresponsal de guerra para la Agencia de Noticias de la Liberación, ahora la Agencia de Noticias de Vietnam (VNA), durante el período más feroz de la guerra. En 1966 y varios años después, vivió en las áreas más afectadas por la aspersión de herbicidas, incluyendo Cu Chi y Binh Long en la Ruta Ho Chi Minh.

Más tarde tuvo tres hijos. El mayor murió de un trastorno cardíaco y el segundo heredó thalassémie alpha, una enfermedad de la sangre, de ella.

De 1961 a 1971, la aviación norteamericana roció 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más tóxicos reconocidos por el hombre.

Se trata de la guerra química de mayor envergadura y larga que provocó las consecuencias más destructivas en la historia de la humanidad.

Al igual que To Nga, más de cuatro millones 800 mil personas resultaron expuestas al Agente Naranja. En varios sitios en Vietnam, el índice de la dioxina en el entorno, animales y pobladores supera cientos de veces al nivel permisible por el Departamento estadounidense de Protección Ambiental.

Numerosos estudios de científicos afirman que la tasa de infección, en especial de las enfermedades de cáncer y deformaciones congénitas en generaciones de hijos y nietos de los afectados, es más alta en los que nunca contactaron con el letal tóxico.-VNA