Unos 800 vietnamitas y amigos alemanes se reunieron en la ciudad de Hannover, capital del Estado noroeste de Niedersachsen, para protestar por la instalación ilegal de China del equipo perforador petrolero Haiyang Shiyou-981 en las aguas jurisdiccionales de Vietnam.

Los participantes ondearon la bandera nacional y levantaron pancartas para exigir la retirada inmediata de la plataforma china y el respeto del derecho internacional.

Cantaron canciones del patriotismo y mostraron imágenes de la paloma, símbolo de la paz para evidenciar que los vietnamitas son amantes de la paz y la justicia.

Asistieron a esas actividades alemanes provenientes de los estados de Oldenburg, Magdeburg y Bremen, a la par con las marchas pacíficas en los ciudad principales de Berlín, Fráncfort y Múnich.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 38 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 11 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior, pero todavía dentro de la aguas jurisdiccionales de Vietnam.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo la UNCLOS y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental.

Con moderación, buena voluntad y sinceridad, Vietnam empleó todos los canales a todos los niveles para protestar por ese acto violatorio y exigir la retirada inmediata de su plataforma petrolera y los barcos armados y militares de las aguas jurisdiccionales del país indochino.

Sin embargo, la respuesta de Beijing a esa reclamación legítima y pacífica de Hanoi fue el uso continuado de la fuerza y el aumento de las acciones intimidatorias cada vez más peligrosas, además de proferir calumnias. -VNA