Viet Nam está dispuesto a cooperar con socios extranjeros para resolver los efectos de las bombas de racimo y otros explosivos de guerra, así como ayudar a las víctimas de esas armas.

Tal información reveló el 12 de noviembre en Vientiane el viceministro de Relaciones Exteriores, Pham Binh Minh, durante la primera conferencia sobre el Tratado de Prohibición de Municiones de Racimo que se efectuó del 9 al 12 del presente mes.

En la actualidad, Viet Nam registra alrededor de un millón de toneladas de bombas y minas diseminadas en una quinta parte de la superficie del país indochino, señaló y opinó que su subsistencia obstaculiza los esfuerzos de desarrollo socioeconómico y pone en peligro a las poblaciones civiles.

En esta ocasión, los delegados aprobaron varios documentos, incluidos la Declaración de Vientiane y el Plan de Acción sobre la aplicación del Tratado de Oslo.

El evento contó con la presencia de la subsecretaria general de las Naciones Unidas (ONU), Asha Rose Migiro, y más de mil delegados procedentes de cien países.

La próxima conferencia sobre el tema se llevará a cabo en el Líbano./.