Mientras el mundo arde por los cuatro costados ante la virulencia incontenible del COVID-19, el sector diplomático de Vietnam sigue trabajando a destajo para garantizar el suministro de vacunas contra la pandemia y lograr que el país continúe llevando adelante, pasito a pasito, la mayor campaña de vacunación de su historia.

Gracias a la intervención de todo el sistema político y los esfuerzos incansables vertidos en su política exterior, incluida la movilización de sus más altos dirigentes, el país indochino logró recibir el año pasado más de 150 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19. En 2022 busca afianzar esa tendencia, en pos de asegurar la aplicación de las dosis de refuerzo para su población en el primer trimestre del año.

No en vano, en la actualidad, Vietnam se encuentra entre los países con la mayor tasa de vacunación contra el coronavirus, lo que ayuda a reducir significativamente los impactos de la enfermedad y crea una base sólida para la transición a la etapa de la adaptación segura y flexible en la nueva normalidad.

Como señaló el ministro de Relaciones Exteriores, Bui Thanh Son, la diplomacia de las vacunas constituye hoy más que nunca un ‘frente’ crucial para apoyar con éxito la estrategia que el Gobierno ha planteado, “con el fin de controlar pronto la situación epidémica y devolver pronto al país a una nueva normalidad”.

En ese sentido, remarcó que se trata de un factor clave y una solución urgente y a largo plazo para proteger la salud de los ciudadanos y favorecer la recuperación y el desarrollo económico de la nación, sobre todo en medio de la escasez y distribución desigual de las sustancias antivirales en el mundo.

El presidente de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, visita la empresa Pfizer, una de las principales compañías biofarmacéuticas del mundo (Foto: VNA)

Ante el zarpazo de la variante Delta

Pese a ser una de las primeras naciones afectadas por la pandemia, dada su porosa frontera con China, Vietnam había logrado sortear con éxito los embates del coronavirus a lo largo del 2020 y el primer tercio de 2021. Hasta que a finales de abril pasado sobrevino la cuarta ola aparejada a Delta, la cepa del virus que es hasta un 60 por ciento más contagiosa y que llegó a sumir al país en una situación alarmante. No tan crítica como la de otras naciones, incluso dentro de la propia región, pero sí lo suficiente como para poner en jaque a su sistema de salud.

Como reflejan las estadísticas, hace apenas nueve meses, la nación indochina registraba un total de tres mil 428 enfermos, pero la actual oleada del virus SARS-CoV-2 ha acabado empujando esa cifra a casi dos millones. Y también disparó la cantidad de víctimas fatales: de solo 35 hasta el 27 de abril de 2021 a aproximadamente 35 mil.

Además de multiplicar los hospitales de campaña y desplegar al personal médico en las zonas afectadas para atender a los pacientes y frenar la ola de contagio masivo, las autoridades insistieron en acelerar la vacunación. Ello supone, como reconoció el ministro de Salud, Nguyen Thanh Long, un paso decisivo para reconducir la situación, aunque inmunizar a casi 100 millones de habitantes tampoco es una tarea fácil, sobre todo tomando en cuenta la escasez y ralentización del suministro de esos medicamentos a nivel global.

Por tal motivo, el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, ordenó la participación activa de todos los actores y sectores, incluidas más de 90 representaciones nacionales en el exterior, para llevar a cabo de manera firme y efectiva una estrategia centrada en tres labores fundamentales con el espíritu de “poner la salud de las personas ante todo”.

El primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh (Foto: VNA)

En primer lugar, promover la colaboración estrecha de los ministerios y sectores, especialmente la cartera de Salud, para adquirir millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, un empeño para el cual se creó en junio el Fondo Nacional de esos fármacos con el fin de recabar el apoyo de empresas, organizaciones y ciudadanos, incluida la comunidad de vietnamitas en el extranjero.

En segundo, continuar recurriendo a los socios y organizaciones internacionales para obtener donaciones al respecto y garantizar el esquema de inyección completo para el 70 por ciento de la población en pos de alcanzar la inmunidad comunitaria.

Y en tercero, intensificar la cooperación con otras naciones en la transferencia de tecnología y producción de vacunas, al considerarlo una medida crucial para garantizar un suministro estable de vacunas, a la par de promover la cooperación internacional en la facilitación de la producción nacional de esos antivirales.

A través de centenares de llamadas telefónicas y contactos tanto en el país como en el exterior, los dirigentes del Partido y del Estado vietnamitas se pusieron manos a la obra con denuedo. Y los resultados no se hicieron esperar.

Resultados de una estrategia efectiva

El 99,6 por ciento de la población mayor de 18 años en Vietnam ya recibió al menos una inyección de vacunas, y el 90,9 por ciento completó el esquema básico de inoculación con dos inyecciones.

Según el vicecanciller Nguyen Minh Vu, la política diplomática de Hanoi comenzó a rendir frutos casi de inmediato. Tan pronto como en julio, a través del mecanismo COVAX, el país ya había recibido 2,6 millones de dosis de vacunas contra el nuevo coronavirus y otros dos millones de la firma estadounidense Moderna.

Recepción del lote de vacunas y suministros médicos contra el COVID-19 donado por otros países durante el viaje del presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, a Europa (Foto: VNA)

También China donó a Vietnam 500 mil dosis de vacunas, mientras Japón ofreció dos millones de dosis, la mitad de las cuales se transportaron a la capital vietnamita en junio y otras 400 mil dosis fueron enviadas a Ciudad Ho Chi Minh a principios de julio.

Por su parte, Rusia entregó mil dosis de la vacuna Sputnik-V y acordó cooperar con la compañía farmacéutica vietnamita VABIOTECH para empaquetar las vacunas y transferir tecnología de fabricación de este antiviral al país indochino.

Entretanto, el gobierno estadounidense incorporó a Vietnam a la lista de naciones priorizadas para recibir las vacunas contra el nuevo coronavirus del total de 80 millones de dosis que el país norteamericano se comprometió a ofrecer mediante el mecanismo COVAX.

Cuba, Reino Unido, Alemania, Australia, India y algunos otros países igualmente mostraron su solidaridad con Vietnam, al asumir compromisos específicos con la nación indochina en este campo.

Gracias a esa labor incansable en la arena internacional, explicó el viceprimer ministro Pham Binh Minh en una teleconferencia entre el Gobierno y las localidades, de ser un país con una baja tasa de vacunación contra el COVID-19, Vietnam se convirtió en uno de los seis países con la cobertura más alta del mundo.

Desde marzo de 2021, Vietnam recibió más de 195,1 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 y administró más de 164,48 millones de dosis de vacunas, con más de 71,70 millones de personas con la pauta completa de dos inyecciones y más de 14,31 millones con la tercera dosis, según estadísticas del Ministerio de Salud.

Y precisó que el 99,6 por ciento de la población mayor de 18 años en Vietnam ya recibió al menos una inyección de vacunas, y el 90,9 por ciento completó el esquema básico de inoculación con dos inyecciones, a la vez que esos indicadores entre los menores de 12 a 17 años son del 85,6 y el 57 por ciento, respectivamente, puntualizando que el Gobierno trabaja en la compra de vacunas para los niños de cinco a 11 años.

De ese modo, a más de 35 años del inicio del Doi Moi (Renovación) y en un contexto marcado por los desafíos complicados e impredecibles que supone el agravamiento de la pandemia del COVID-19 con la irrupción de sus nuevas cepas Delta y Ómicron, la realidad refleja claramente el acierto de Vietnam al “promover el papel pionero de la diplomacia en la creación y mantenimiento de un entorno pacífico y estable, movilizando los recursos externos para el desarrollo nacional”.

Se cumplía así una directriz esbozada en el XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, donde se subrayó la necesidad de desplegar una política exterior que abogue por la independencia, autodeterminación, apertura, multilateralización y diversificación de las relaciones internacionales, apostando por una cooperación “igualitaria y mutuamente beneficiosa”.

Un miembro responsable y activo de la comunidad internacional

A juicio del embajador cubano en Hanoi, Orlando Hernández Guillén, la diplomacia de Vietnam es una muestra más de la inteligencia y la agudeza de la dirección política del país indochino para enfrentar los desafíos, especialmente en el complejo contexto mundial agravado por la pandemia del COVID-19.

“Siendo consecuente con los acuerdos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, Vietnam ha hecho prevalecer una política exterior que aboga por un clima de paz, de seguridad y de condiciones favorables para el desenvolvimiento de la vida y el desarrollo económico”, afirmó el diplomático caribeño en una entrevista exclusiva con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA).

De acuerdo con Hernández Guillén, la visita que hizo el presidente vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, a la nación caribeña plasma a la perfección esa idea, puesto que, además de reafirmar los nexos de amistad entre ambos pueblos sin importar las adversidades, permitió la firma de diversos acuerdos de colaboración en múltiples campos, incluido el suministro de cinco millones de dosis de la vacuna cubana Abdala contra el COVID-19 para la nación asiática.

Ese y otros convenios similares con otros países y organizaciones, subrayó, constituyen uno de los éxitos de la diplomacia vietnamita, al considerar que la nación indochina ha desarrollado una política inteligente y efectiva para asegurar un suministro de vacunas que ha permitido elevar la tasa de inyección de su población, sobre todo ante el surgimiento de cepas más contagiosas del virus SARS-CoV-2.

Esos resultados son fruto, sin duda, de la política inteligente que han trazado el Partido y el Gobierno vietnamitas, a la par del compromiso de la máxima dirección del país de luchar de una manera efectiva para enfrentar la pandemia en todas las esferas y en todos los lugares, evaluó.

Al respecto, cabe recordar que el país indochino promovió la cooperación internacional desde el mismo inicio de la pandemia, apoyando a diversos países mediante donativos de mascarillas, trajes protectores y otros artículos útiles para prevenir el contagio de la enfermedad.

En ese espíritu, también propuso y logró que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarase el 27 de diciembre como el “Día Internacional de Preparación contra Epidemias”, poniendo de manifiesto su papel como amigo, socio confiable y miembro responsable y activo de la comunidad internacional, que contribuye dinámicamente a la paz, cooperación y desarrollo en la región y el mundo.

Siguiendo los preceptos del Partido Comunista de Vietnam (PCV) y el Presidente Ho Chi Minh, la nación indochina desarrolla sus relaciones exteriores mediante una diplomacia imbuida de los valores de la solidaridad, cooperación y pensamiento progresista, enfatizando –como señaló el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong– que la tarea urgente actual es proteger la felicidad de los pueblos y superar rápidamente la pandemia./.

B.Coya – Hong Hoa