El trabajo, recreo, relaciones familiares y otros momentos de la vida cotidiana de cuatro ciudades vietnamitas son presentados al público a través de fotografías en exhibición en el Museo de Oriente, en la capital portuguesa de Lisboa.

La muestra, de un mes de duración e inaugurada el 21 de los corrientes, reúne 18 de las instantáneas captadas por el fotógrafo lusitano Ricardo França durante su segunda visita a Viet Nam, en 2003.

Hago la mayoría de mis fotos con una lente de gran angular para acercarme a la gente y captar momentos de alguna intimidad, como si participara de sus vidas, dijo Ricardo a la VNA, al comentar sobre la exhibición, titulada “Ha Noi, Ha Long, Hoi An, Hue, cuatro paradas en Viet Nam”.

Me interesan los hábitos y tareas cotidianas, desde el mundo de la cocina hasta el de los espíritus, los trajes, los vehículos y construcciones, en suma todos los vestigios de la existencia humana, todos los timbres que distinguen los diferentes pueblos del mundo, agregó.

Los vietnamitas son gentes muy acogedoras, la gastronomía es deliciosa y los paisajes, magníficos, confesó al ser preguntado sobre las impresiones de sus viajes al país asiático.

Las ciudades nos espantan en un inicio con su tránsito caótico de bicicletas y motos pero enseguida nos enamoramos de la escala muy humana de sus calles y de la presencia constante del verdor de sus árboles, aseveró.

Viet Nam me ha encantado muchísimo como destino fotográfico, cultural y paisajístico, recalcó y dijo sentir un especial cariño por Ha Noi, una ciudad muy agradable donde cohabitan con gran armonía milenarias tradiciones y vislumbres de una modernidad que comienza a llegar, remarcó.

Me fascinan las calles de los barrios antiguos de la capital, repletas de actividades cotidianas desarrolladas bajo la sombra de enormes árboles de denso follaje, precisó.

Pienso regresar a Viet Nam para visitar otras zonas y descubrir y fotografiar una inmensidad de imágenes que me quedarán no en la película sino en el ojo de la memoria, concluyó. /.