Hanoi (VNA)- Madame Lien, mensajera de paz vietnamita en la prevención del COVID-19 en África Central, es el nombre dado por amigos internacionales, pobladores y medios de comunicación locales a la teniente coronel Nguyen Thi Lien, única mujer del país indochino que participa en la misión de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana.
Asignada a África Central en junio de 2019, la teniente coronel Nguyen Thi Lien y sus colegas se han enfrentado a muchas dificultades, especialmente en el contexto del conflicto armado y la inestabilidad política en dicho país durante la pandemia.
Ese es el trabajo en la misión, pero cuando tenía tiempo libre, encontró formas de ayudar a los pobladores. Durante la limpieza de un espacio de cultivo de espinaca de Malabar, los lugareños revolvían las pilas desechadas de verduras marchitas. Al darse cuenta de que a la gente le gustaban, a Nguyen Thi Lien se le ocurrió de inmediato la idea de plantar un jardín de espinacas para las familias.
Pidió ayuda a todo el que se encontraba. “Compartí con ellos la idea y después competían para ayudarme a cultivar”, recordó la oficial sobre el momento en que comenzó a hacerse amiga de los lugareños.
De esa forma, fomentó el cultivo de hortalizas y, como resultado, las familias de la zona tenían una un campo de espinacas acuáticas, otra uno de espinacas de Malabar, o de calabaza vietnamita…
En una ocasión, arrojó los frijoles que no podían crecer en el vivero y estas semillas germinaron en un árbol. “Dejé de plantar brotes de soja y usé esas semillas para cultivar frijoles”, comentó Thi Lien sobre esta nueva campaña que puede cambiar la vida de la gente local de una manera más sostenible. Las verduras son solo alimentos a corto plazo, por lo que aún les falta es comida.
La campaña de siembra de cultivos para la alimentación se inició poco después con cosechas de maíz y frijol. Con la ayuda de la gente, pronto tuvo cinco mil metros cuadrados de terreno para estos productos.
“El frijol es una planta que disfruta del sol y agrega tierra nueva. En la temporada de cosecha, cada hogar tuvo una olla de frijoles tan grande como la de banh chung en Vietnam”, contó la oficial sobre su primera recolección de frijoles verdes en la República Centroafricana. Después, enseñó a los pobladores a hacer pasteles con pasta de judías verdes y a los niños a beber el jugo de esos granos para mejorar su nutrición.
También recordó con lágrimas de emoción una anécdota de la época en que recolectó maíz: “Cuando llegué, me llamaron a un lugar apartado y pusieron en mi mano el mejor maíz de la cosecha. Aunque tenían hambre, no lo comían todo y siempre me daban una parte”.
El enfoque de esta mujer vietnamita es muy simple: “Si llegas a ellos con tu corazón, tocarás sus corazones”. A pesar de las difíciles condiciones, la teniente coronel organizó una fiesta culinaria con más de 20 países participantes.
La pandemia del COVID-19 llegó después de la cosecha de frijoles. La oficial todavía recuerda vívidamente el momento en que estalló la pandemia en África Central: “En ese momento, no había ni una sola mascarilla en todo el país”. Ante esa situación, pensó en un plan.
En un mes, cosió 400 barbijos. Sin embargo, se encontró con el problema del rechazo de la gente a usarlos. Incluso discriminaban a las personas que los empleaban.
Buscó entonces la manera de que los lugareños los llevaran voluntariamente, y les dijo: “Hago mascarillas para ayudar a prevenir epidemias. Tengo que gastar tiempo y dinero, pero si no se aprecia, estaré muy triste”. Luego, pudo distribuir mascarillas a las personas que querían usarlas.
Esta obra de la teniente coronel Nguyen Thi Lien recibió posteriormente un certificado de mérito del teniente general Daniel Traoré, comandante de la fuerza militar de la Misión MINUSCA, con las siguientes palabras: “Su amabilidad, caridad y buena voluntad obtuvieron grandes logros, valores fundamentales de las Naciones Unidas. Merece ser una gran embajadora de Vietnam”.
La oficial continuó cosiendo 300 mascarillas más para la ceremonia de lanzamiento contra el COVID-19 de la misión civil de la ONU con más de 10 agencias de diferentes medios en Bangui, la capital de la República Centroafricana.
Thi Lien luego se convirtió en un personaje conocido en los medios: “Mensajera de paz vietnamita participa en la prevención del COVID-19 en la República Centroafricana”; y su labor fue divulgada también por las Naciones Unidas./.