El presidente de Myanmar, U Thein Sein, recabó la cooperación de la población para prevenir la escalada de tensión en algunas localidades y los intentos de provocar disturbios en el país.

En un discurso pronunciado el miércoles en Naypyidaw, el mandatario enfatizó también en la necesidad de los cambios en el componente económico privado y medidas sistemáticas para promover el desarrollo de este sector.

Mientras, los enfrentamientos religiosos continúan en la región central de Myanmar, en especial en el estado de Rakhine, donde murieron el año pasado 192 personas y resultaron heridas otras 265.

El contencioso entre las comunidades budista y musulmana obligó la evacuación de 100 mil personas y destruyó ocho mil 614 casas.

El Comité Estatal para la Investigación de conflictos, establecido por el gobierno birmano, propuso iniciativas para evitar violencias y promover la convivencia pacífica entre las mencionadas comunidades.

La policía detuvo a 18 personas por su presunta vinculación en la destrucción de 77 viviendas en pueblos cercanos a Rangún el martes pasado.-VNA