A finales del año, las calles principales de Ciudad Ho Chi Minh se iluminan con luces brillantes para dar bienvenida al año entrante.

El ritmo de la vida en la ciudad se vuelve más tenso en la noche, cuando pobladores de todos los rincones de la ciudad se reúnen en el centro para sentirse los cambios del momento de despedir el viejo año y acoger el nuevo curso.

Unos días antes de la fiesta tradicional del Tet (Año Nuevo Lunar), se empiezan a decorar las avenidas céntricas de la megalópolis con melocotoneros, ochnas, kumquats e imágenes de flores de lotos.

La forma de alumbrado y de decoración de Ciudad Ho Chi Minh es variada en cada año y conforme a los temas determinados. Encargados de la adornación, los trabajadores realizan desde temprano sus labores para brindar a los habitantes los colores más radiantes.

Las hermosas ramas de flores de melocotón (durazno) en la calle de Le Loi o los atractivos pétalos a lo largo de la calle de Nguyen Hue llaman atención a cualquier persona que llegue al lugar.

Paralelamente con la decoración de las calles, los centros comerciales se ponen también diversos adornos e iluminación para atraer a la gente.

Visitantes extranjeros, quienes oportunamente se encuentran aquí durante estos días, notan un ambiente dinámico, efervescente y la vitalidad primaveral de la ciudad, pese a que siempre existe diferencia de la cultura y modo de recibir el nuevo año entre las naciones del mundo.

“Miles de personas salen a la calle para dar bienvenida al Tet, es muy maravilloso. Vietnam y Ciudad Ho Chi Minh en particular tienen paisajes maravillosos, deliciosas comidas y especialmente la congestión de tránsito es una auténtica locura”, expresó el turista austríaco Georg Leskovich al hablar sobre el ambiente festivo y el transporte aquí.

En esta urbe no faltan formas y medios de recreación; muchas personas acuden a los centros comerciales para contemplar decoraciones, mientras otras entran en cafeterías o restaurantes para tomar tranquilamente un cafecito y disfrutan de un plato delicioso.

En esta ocasión a la gente le gusta hablar sobre los proyectos que van a hacer en el nuevo año, o simplemente mirar las vías iluminadas.

Las noches a fines del año es también una ocasión de negocios para todos los puntos gastronómicos, desde famosos hasta sencillos. Se trata también de un particular rasgo cultural de Ciudad Ho Chi Minh, porque esta urbe no es solo dinámica y concurrente por la mañana, sino también en la noche.

Los jóvenes generalmente se concentran en los parques y centros de recreación, donde los puestos de venta ambulantes aprovechan la oportunidad para aumentar un poco el precio de sus productos.

Por ejemplo, en los días normales, un vendedor de helados puede ganar de 200 a 300 mil dongs (unos 15 dólares) diariamente y en estos días su ganancia puede superar en cuatro o cinco veces.

En los eventos especiales como la Navidad, Año Nuevo y Año Nuevo Lunar, Ciudad Ho Chi Minh se viste de un abrigo nuevo. Los habitantes se congregan en las vías principales no solo para observar las luces maravillosas sino también para sentirse la llegada de una nueva primavera.-VNA