Freedom House tergiversa realidad de Vietnam
Hanoi (VNA) - Todas las pruebas mostradas por Freedom House en su portal digital son
contrarias a la realidad de Vietnam, un país donde la esencia democrática y
progresiva de las labores de garantía y protección de los derechos a la
libertad se refleja de manera cada vez más clara e integral.
Según
especialistas del país sudesteasiático, la organización no gubernamental se
otorga a sí misma, de forma unilateral, el derecho de “clasificar” e incluir a
Vietnam en la lista de 49 países donde los pobladores no gozan la libertad en
diferentes esferas, incluidas de prensa, de libertad de expresión, de información y de
internet.
En su informe
temático publicado el 16 de este mes, esta organización con sede en Washington calificó
a 88 países como libres, 58 parcialmente libres y 49 no libres.
Pese a la
oposición de varias naciones, Freedom House sigue realizando evaluaciones
erróneas.
Numerosas
pruebas demuestran la libertad en Vietnam, tal como la elevación de la ubicación
del capítulo denominado “Derechos y Deberes básicos de ciudadanos” desde el
séptimo lugar en la Constitución de 1992, al segundo en la Carta Magna de 2013.
Los juristas
opinaron que ese reajuste no es solamente un cambio en el orden, sino que
refleja, también, una transformación en la conciencia y el punto de vista con
respecto a la importancia de la soberanía del pueblo en la Constitución y la consideración
al pueblo como sujeto supremo del poder estatal.
Por otro
lado, diferentes artículos en la Constitución confirman también el
reconocimiento, el respeto, la protección y la garantía de los derechos humanos
y ciudadanos en política, asuntos civiles y sociales, economía y cultura, así
como la creación por parte del Estado de mejores condiciones para la
participación de los pobladores en la gestión estatal y social.
Los ejemplos
son muchos. Vietnam tenía hasta mediados del año pasado 982 entidades
periodísticas y revistas y 150 periódicos digitales, además de 182 canales de
radio y televisión y 54 canales de fuentes extranjeras con autorización para
transmitir en el sistema televisivo comercial.
Hasta el
momento, el país sudesteasiático cuenta también con casi 17 mil 300
periodistas.
En la
nación, todos los juicios se desarrollan de forma pública, con libre acceso
para los periodistas, quienes tienen el derecho de seguir e informar sobre la
evolución de los mismos.
Datos
revelados por la página web The Next Web señalan que hasta julio de 2017,
Vietnam se ubicó en el séptimo lugar de la lista de los países en el mundo con
mayor número de usuarios de Facebook, al registrar más de 64 millones de
personas, cifra que representa el tres por ciento de la cantidad total de las
cuentas en esa red social.
Mientras,
estadísticas del Internet mundial demuestran que el país contabilizó hasta
junio de 2015 más de 45 millones 500 mil usuarios del internet, o sea, el 48
por ciento de la población.
Esos datos,
entre muchos otros, confirman la tergiversación de la organización no
gubernamental Freedom House sobre la realidad de Vietnam.
Con respecto
al “arresto” de los llamados “opositores” y “personas con diferencias en
opiniones”, como dice Freedom House, la realidad demuestra que en Vietnam no oprime
a las personas con “diferencias en opiniones”, sino censura a las acciones
violadoras de las leyes. Aquí todas las personas son iguales ante la ley..
Expertos
nacionales exhortaron a no aprovechar la libertad y la democracia para
infringir los derechos y los intereses de otros países, organizaciones y
ciudadanos.
Coincidieron
en que hay una sustitución fraudulenta de esos términos de forma “muy sutil”.
Si en
Estados Unidos, una persona que viola las leyes y es detenida y a su vez practica
alguna religión, ¿entonces son calificadas sus acciones “ilegales” o podemos
afirmar que ese arresto responde a una “opresión religiosa”?
Todas las
comparaciones son parciales. El anterior ejemplo solo pretende subrayar un
principio en el derecho a la libertad y es que, primeramente, no se puede
violar la libertad de otras personas.
Existe una
realidad y es el hecho que en cada país rige un valor estándar particular,
elegido y construido por sus pobladores, siempre que no esté en contra de las
normas y reglas internacionales comunes.
Es decir, el
hecho de basarse en criterios de una persona o un país para juzgar a otros
individuos o naciones constituye una violación brutal de la libertad,
enfatizaron los expertos.
Freedom
House tiene el derecho de emitir sus propias evaluaciones, siempre y cuando
exista una base científica real y una concordancia con los estándares y reglas
internacionales.
Libertad no
significa una libertad impuesta, subrayaron.- VNA