Un enfrentamiento ocurrido en la provincia filipina de Compostela Valley entre las tropas gubernamentales y unos 40 rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA, por sus siglas en inglés) dejó nueve muertos, ocho de ellos soldados insurgentes.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dejó sin efecto la orden de tregua de fuego unilateral con el grupo insurgente Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) y pidió a las fuerzas de seguridad redoblar la vigilancia.