El gobierno vietnamita decidió el 13 de marzo destinar 200 mil dólares para ayudar al pueblo japonés a superar las consecuencias del devastador terremoto y tsunami.

El mismo día, la Embajada de Ha Noi en Tokio sostuvo una reunión urgente para discutir la situación de los residentes vietnamitas después de la catástrofe, así como adoptar medidas para garantizar su seguridad.

El embajador Nguyen Phu Binh, afirmó que ninguno de sus nacionales figuraban entre las víctimas y exhortó a las unidades responsables a seguir recopilando informaciones sobre los compatriotas en las zonas afectadas.

La Asociación de Jóvenes Comunistas de Ho Chi Minh en ese país enviará un grupo de enlace a la ciudad de Sendai, en la provincia nororiental de Miyagi, para averiguar la situación de los estudiantes nacionales allí y sus alrededores. /.