El documento mostró que el número de casos de terrorismo en Indonesia, Malasia,Filipinas y Bangladesh el año pasado disminuyó en el contexto que los Gobiernosenfrentan la epidemia del COVID-19 con la aplicación de las restricciones deviajes, lo que ayuda a mantener un control más estricto sobre losdesplazamientos de las personas.
Mientras tanto, en Tailandia, la cifra de los casos de violencia relativos a lainsurgencia en el extremo sur del país se mantuvo igual en comparación con2020.
En Indonesia, el país más grande del Sudeste Asiático, la cantidad de ataques yconspiraciones de grupos islámicos extremistas se redujo durante los últimosdos años en comparación con la etapa anterior a la aparición del COVID-19,según el informe.
Sin embargo, los investigadores de la escuela expresaron su preocupación de quelas amenazas se hayan trasladado al ciberespacio al mostrar que en la región, gruposcomo el autodenominado Estado Islámico (EI) han aumentado su reclutamiento a través de las redes sociales durante la pandemia.
Por otro lado, se destaca a las fuerzas armadas de Filipinas por sus esfuerzospara retomar las bases terroristas en la zona de Mindanao, en el sur del país.
Según losanalistas, en Filipinas, el número de ataques terroristas se redujo de 134 en2019 a 59 en 2020 y 17 en 2021./.