Al visitar la provincia norvietnamita de Bac Giang, los excursionistas tienen oportunidad de admirar pintorescos paisajes de lagos y bosques, obras arquitectónicas centenarias y antiguas aldeas de oficios tradicionales y hasta cantos folclóricos reconocidos como patrimonios de la Humanidad.

Localizado al Noreste del país, a 51 kilómetros de la capital Hanoi, este territorio, extendido sobre una superficie de casi cuatro mil kilómetros cuadrados dominada por colinas y montañas, alberga a 25 etnias minoritarias, entre ellas los Nung, Tay, San Chay, San Diu y Dao.

Quienes gustan descubrir la belleza intacta de la naturaleza pueden recorrer el lago Khuon Than, que abarca en su interior cinco islotes cubiertos enteramente del color verde de los pinares.

La aventura resultará más interesante con un recorrido por la selva virgen de Khe Ro, una amplia zona de más de siete mil hectáreas, donde se pueden encontrar 236 variedades de árboles madereros, 255 de plantas medicinales y 128 especies de animales, de ellos numerosos en peligro como el oso tibetano, el rebeco, el oso malayo, la tortuga elongada y el pangolín.

Esta tierra rica en valores históricos y culturales cuenta en la actualidad más de 600 vestigios reconocidos nacionalmente, entre ellos sobresale la pagoda de Vinh Nghiem, construida a inicios del siglo XI, que fue el centro espiritual de la secta budista de Truc Lam, fundada por el rey – monje Tran Nhan Tong en el siglo XIII.

Aquí se conserva un importante tesoro del país: más de tres mil grabados en madera con delicados detalles, que figuran en el Registro de la Memoria del Mundo. Se trata de una colección inapreciable de documentos de la filosofía religiosa y creaciones literarias y caligráficas.

Otros destinos para amantes de la historia son la pagoda Tien Luc, con su alcanforero milenario, y el templo Lo Hanh, afamado por las ingeniosas esculturas que reviven animales legendarios como el dragón y el fénix, así como plantas y flores e imágenes de las costumbres.

En esta misma tierra la gente preserva desde tiempos inmemoriales las artes folclóricas de Quan Ho (canto alternativo) y Ca Tru (canto ceremonial), reconocidas en 2009 por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.

Cada año se celebran aquí más de 500 fiestas tradicionales, entre ellas, la ocasión en que las parejas de la etnia Nung cantan canciones de amor llamadas soong hao y sli.

A lo largo de la orilla norteña del río Cau, artesanos en decenas de aldeas de oficios tradicionales día a día producen las especialidades del territorio: la cerámica de la aldea Tho Ha, el licor de Van y los productos de mimbre y bambú de Tang Tien, entre otras.

Bac Giang también ofrece a sus visitantes una gastronomía típica de un país tradicionalmente dependiente a la agricultura, con el fideo de arroz y el Banh Da (pasta tostada y laminada de harina de arroz), además de la miel de abejas silvestresl y el famoso lichi del distrito de Luc Ngan, envuelto en una cápsula rojiza con la pulpa gruesa y de sabor dulce encantador.

Para atraer a más viajeros, las autoridades locales buscan diversificar los servicios, promocionar los productos turísticos exclusivos, mejorar la infraestructura y desarrollar los recursos humanos del sector.


Visitantes a la zona turistica de Suoi Mo en la provincia. (Fuente: VNA)

Alrededor de cuatro millones 700 mil dólares se invirtieron en la restauración de las obras históricas y culturales y la conservación de los patrimonios intangibles, mientras se proyecta desarrollar el complejo de Tay Yen Tu – con construcciones singulares de la secta budista de Truc Lam – como atractivo destino de turismo espiritual.

Este territorio, que acogió a mil visitantes extranjeros en los primeros ocho meses del año, mantiene amplia su puerta para dar la bienvenida a los turistas. – VNA