Según el periódicoelectrónico Nhan Dan, ante la evolución compleja de la epidemia causada por elnuevo coronavirus (Covid-19), el festival de los Reyes Hung se lleva a cabo solocon los ritos principales y limita al máximo los delegados asistentes a fin degarantizar la seguridad de los pobladores de acuerdo con las directrices delSecretariado del Comité Central del Partido Comunista y el Gobierno.
El festival de este año seorganiza sin celebrar la procesión de palanquines para evitar la concentraciónde personas.
En los recientes días, lasautoridades locales desplegaron un buen trabajo de divulgación sobre lasdisposiciones y medidas de prevención y lucha contra la enfermedad.
Este año, en el contextode la epidemia, la localidad alienta a cada familia a preparar una bandeja deofrendas en casa para expresar el respeto y rendir tributo a los ancestros porhaber construido y defendido la nación y evitar acudir al lugar de adoración.
Todos los vietnamitas conocen la leyenda de hace cuatro mil años sobre la unión nupcial entre Lac Long Quan y Au Co, que dio a luz a 100 hijos. Con el fin de ampliar el territorio, él avanzó con 50 de sus vástagos hacia el mar y ella se estableció en las montañas con el resto.
El hijo mayor, que iba con su madre, se quedó en Phong Chau (actual provincia de Phu Tho), fundó el Estado independiente bajo el nombre de Van Lang, y adoptó el título real de Vua Hung (rey Hung), una tradición que siguieron sus 18 sucesores.
Aquel período de los 18 reyes Hung se caracterizó por el próspero desarrollo agrícola y resonantes victorias sobre los agresores foráneos. Los monarcas eligieron la cima Nghia Linh, la más alta en la región, para rezar a las deidades del arroz y del sol por un buen clima, abundantes cosechas y paz para todo el pueblo.
Para enaltecer sus méritos, los vietnamitas celebran el 10 de marzo del calendario lunar una ceremonia para rendir tributo a los reyes en el Templo que lleva su nombre, en Phu Tho.
Los ritos concernientes a Hung Vuong contribuyen a forjar el orgullo nacional y fomentar la gran unidad popular y el patriotismo enraizado como factor interno de la cultura vietnamita.
Con el paso del tiempo, esas manifestaciones espirituales se convirtieron en un patrimonio cultural y un digno modo de eternizar los méritos de los Hung Vuong, considerados santos protectores por sus más de 90 millones de descendientes.
A pesar de los altibajos de la historia, el credo de los reyes Hung sigue manteniendo su vitalidad. Peregrinar al festival es como regresar al reencuentro con los ancestros, una creencia arraigada en el subconsciente de los vietnamitas, estén donde estén.
En el país se registran más de mil 400 templos y pagodas dedicados a Hung Vuong, un conjunto infraestructural que refleja la dimensión de las ceremonias tradicionales./.