E ntre centenares de sitios de culto sobresalen los templos Thang Long Tu Tran, un cuarteto de protectores de Hanoi, que están justamente dispuestos en los cuatro puntos cardinales de la antigua ciudad imperial.

Ubicado en la entrada oriental de la ancestral ciudadela, el templo Bach Ma o Caballo Blanco honra al genio mitológico Long Do, considerado el fundador de la capital del país.

La leyenda cuenta que transformado en un corcel, Long Do hizo posible la edificación de la muralla perimetral sobre un terreno húmedo y movedizo como el de la urbe.

Por ser el primero construido del cuarteto sagrado, Bach Ma sufrió modificaciones durante cada una de las dinastías feudales conservando ahora las del período de los Nguyen, en el siglo XIX.

En la zona norte radica el templo Quan Thanh, construido en 1010 para rendir culto a Huyen Thien Tran Vu, un general legendario por sus méritos en batallas contra invasores y monstruos de tiempos remotos.

Una estatua de bronce negro de Tran Vu brilla en este sitio desde que metalúrgicos lugareños fundieron en 1667 una obra de cuatro metros de altura y cuatro toneladas de peso, eternizando el poder sobrenatural de su protector.

“Durante la época feudal, Quan Thanh era el templo más importante del taoísmo en Hanoi. La influencia de esa corriente religiosa es notoria en la posición de sentado y de las manos de Tran Vu”, afirmó Nguyen Thi Don de la Asociación de Patrimonios Culturales de Hanoi.

Ubicado en el Sur de la antigua villa, el templo Kim Lien o Loto de Oro rinde tributo al general Cao Son asistente del genio Son Tinh, famoso por sus poderes mágicos en el combate a las inundaciones.
Esta instalación, edificada en 1510, es la mejor conservada de las cuatro con sus características casi intactas en el transcurso de cinco siglos.

La experta aseguró que los patrimonios más valiosos en este centro ceremonial son un par de cocodrilos de mármol y una lápida que cuenta la leyenda de Cao Son.

Mientras tanto, la custodia del Oeste de la urbe lo ocupa el templo Voi Phuc o Elefante Arrodillado, que fue construido en 1605 para honrar al príncipe Linh Lang, quien se distinguió en la lucha contra las agresiones chinas.

En este caso los artesanos utilizaron los mismos materiales extraídos de la antigua ciudadela imperial, que se encontraba en reconstrucción en aquel momento, señaló Thi Don tras acotar que las piedras angulares y ladrillos típicos de la dinastía Le explican tal argumento.

El tributo a los cuatro protectores mitológicos de Hanoi surgió de la tradición campesina de rendir homenaje a los dioses tutores de las aldeas conocidos como Thanh Hoang, una práctica religiosa propia del país indochino.

La pertenencia de los cuatro genios a diferentes orígenes religiosos confirma el espíritu de los vietnamitas de ser abiertos a todas las creencias. - VNA