Cueva Paraíso: Museo de arte natural
Quang Binh, Vietnam (VNA)- Unas nueve horas por carretera separan a Hanoi, la capital de Vietnam, de la central provincia de Quang Binh, privilegiada por acoger una de las maravillas naturales que por su impresionante belleza bien merece el apelativo que la identifica: Cueva Paraíso.
Aunque espeleólogos de la Asociación Británica para la Investigación de Cuevas determinaron que sus estructuras geológicas se remontan a entre 350 y 400 millones de años, este museo natural es paradójicamente conocido hace poco tiempo
En 2005 -según explica la guía turística conocedora al dedillo de la historia de esta joya que la naturaleza regaló a Vietnam-, la misma fue descubierta de manera fortuita por un habitante de un pueblo próximo, y se abrió al público cinco años más tarde, tras la exploración científica de rigor.
Situada en el Parque Nacional de PhongNha-Ke Bang, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Natural Mundial en 2003,- un sitio que enamora por sus extraordinarias bellezas naturales, sus ríos, montañas y grutas que dan la bienvenida al visitante-, la caverna Thien Duong (Paraíso) posee 31 kilómetros de extensión, lo que la convierte en la más larga entre una veintena ya exploradas en la zona, donde los especialistas calculan existen unas 300.
¿Realidad o ciencia ficción?
Los expertos británicos no se equivocaron al considerarla una de las cuevas más bella en el área de Phong Nha-Ke Bang.
Para llegar al hermoso sitio es preciso recorrer en un microbús eléctrico unos pocos metros y luego comenzar a andar cuesta arriba otros 500 que separan de la entrada -ayudadas algunas personas por cuerdas colocadas a ambos lados del sendero-, desde el que se aprecia una tupida vegetación.
Durante el paseo surgen numerosas ideas sobre
las sorpresas que depara esta gruta de origen cáustico. Una vez en su interior, la realidad supera la
imaginación. Aun con mucho ingenio es inútil acercarse siquiera a lo que allí
aparece ante los ojos.
Por el momento, los visitantes tienen
acceso a poco más de un kilómetro de la cueva, a la que se ingresa por una
estrecha abertura que esconde, sin embargo, un “palacio” natural, en el que las
formaciones rocosas devienen formidables verdaderas obras de arte.
Los juegos de luces perfeccionan la belleza llamativa, permitiendo apreciar en su esplendor las estalactitas y estalagmitas. Para ello, primero hay que bajar cientos de escalones. Solo después es posible sumergirse en las fastuosas formas moldeadas a su antojo por la naturaleza.
En poco tiempo, Paraíso devino lugar preferido por turistas nacionales y foráneos, que tratan de encontrar similitudes entre las formaciones e imágenes cotidianas.
El turismo de aventura atrae a miles de vacacionistas al Parque, en general, y a la cueva Paraíso, en particular.
Famosa también por sus playas, valores históricos y culturales, la provincia de Quang Binh había dado la bienvenida en el primer semestre de 2018 a un millón 800 mil excursionistas, de ellos 85 mil extranjeros, según la Asociación de Turismo local
Son contados los que dejan escapar la oportunidad de tomarse una foto en uno de los sitios más hermosos de Vietnam, de esos que hacen creer que por unas horas vivieron un mundo de ensueños.-VNA
Mariela Pérez Valenzuela, especial para la Agencia Vietnamita de Noticias