El Museo de la Mujer de Vietnam, situado en la calle capitalina de Ly Thuong Kiet, ha organizado del 1 al 14 de junio el evento “Bienvenida a la cultura japonesa” en ocasión del Día Internacional de Infantes (primero de junio). Los visitantes tendrán oportunidades de experimentar la cultura japonesa a través de una colección de muñecas Hina, probarse el traje tradicional del país del Sol Naciente - yukata y aprender Ikebana, un antiguo arte japonés de los arreglos florales. El evento cultural tiene como objetivo convertirse en un puente para mejorar la comprensión mutua entre las dos naciones sobre la cultura y las tradiciones. (Foto: Vietnam+)
El evento, que fue organizado por el aniversario 50 del establecimiento de las relaciones diplomáticas Vietnam-Japón, es un regalo significativo para los niños y el público de la capital de Hanoi, especialmente para los amantes de la cultura japonesa con muchas experiencias interesantes. En Vietnam, a menudo se hace referencia a Japón como "la tierra de los cerezos en flor" o "la tierra del sol naciente". Muchas de sus piezas culturales, como el vestido de kimono o yukata, el arreglo floral de ikebana, la flor de cerezo, los luchadores de samurai, los libros de manga, el sushi y el sashimi son muy populares entre los vietnamitas. (Foto: Vietnam+)
Lo más destacado del evento cultural fueron la presentación de 108 muñecas japonesas tradicionales con diferentes tamaños y formas, de ellas algunas representan a niños y bebés, miembros de la Corte Imperial, guerreros y héroes, personajes mitológicos o dioses. Muchos son hechos para ser entregados los templos, como regalos formales o para presentarlos en diversas celebraciones. El hecho de que las muñecas sean una parte indispensable de la vida cotidiana de las personas no se limita a Japón, sino que se podría decir que la diversidad de muñecas y su delicada artesanía, respaldada por un profundo amor por las muñecas, son las características de la cultura japonesa de muñecas. (Foto: Vietnam+)
La colección de muñecas Hina se muestra en orden descendente en estantes cubiertos con una tela (generalmente de terciopelo) que se llama “dankake” y es una especie de alfombra roja con acabado de arcoíris en la parte inferior. El nivel superior está ocupado por el emperador y la emperatriz/princesa. Los siguientes niveles incluyen tres damas de la corte, cinco músicos, dos sirvientes y tres guerreros o guardianes. Las muñecas están a menudo rodeadas de pequeños muebles y sofisticadas piezas de decoración, que representan la regencia de la era Heian. La tradición de adornar las casas con muñecas en Japón para celebrar el día de las niñas ha ido ganando popularidad año a año. (Foto: Vietnam+)
Visitantes descubren un rincón del arte japonés del arreglo floral Ikebana, en el cual se elaboran arreglos con una técnica en particular para expresar respeto y armonía hacia la naturaleza. Con una historia de más de 600 años, el tradicional arte japonés de aprovechar el espacio con arreglos de árboles, hojas, flores y otros elementos según las cuatro estaciones también está ganando adeptos en el extranjero. Considerado como una forma de meditación, este fomenta la relajación y el bienestar. Con el paso de los años, el Ikebana de Japón evolucionó, con variaciones y reglas estrictas, incrementando cada vez su nivel de complejidad y significado. (Foto: Vietnam+)
Los visitantes experimentan el espacio cultural japonés al probar el yukata. El yukata es una vestimenta tradicional japonesa hecha de algodón. Se usa principalmente para los festivales de verano o estaciones cálidas. Es mucho más casual y ligera que el kimono al no tener la capa que cubre normalmente a este y al no estar hecha de seda. Es también un vestido típico y se utiliza incluso como pijama. Los orígenes del yukata los encontramos durante el periodo Heian (794-1185). Hoy en día la sociedad encuentra menos ocasiones para lucir estos elegantes vestidos, aunque para los japoneses la sensación al vestir un kimono suele ser positiva. (Foto: Vietnam+)
El daruma-otoshi es uno de los juegos más populares en Japón. Consiste en una serie de bloques de madera de diferentes colores, que se colocan formando una torre. La pieza superior tiene la forma de la cabeza de Daruma. El objetivo es golpear con un pequeño martillo cada una de las piezas e intentar quitar una pieza sin que se caiga la cabeza o se desmonte el muñeco. Las piezas tienen un orificio en el centro, de modo que cuando acabemos de jugar, el mango del martillo las atraviesa, y mantiene así la torre en su sitio. El Daruma representa al Bodhi Dharma, fundador del Budismo Zen. (Foto: Vietnam+)
En Japón, los muñecos Daruma son figuras votivas sin brazos ni piernas y representan a Bodhidharma (Daruma en japonés), el fundador y primer patriarca del Zen. Dice la leyenda que el maestro Daruma perdió los brazos y las piernas de estar tantos años escondido en una cueva meditando y sin utilizarlos. Los colores típicos de Daruma son rojo, amarillo, verde y blanco. Un daruma con una sola pupila suele colocarse donde este sea visible, a manera de constante recordatorio del trabajo que debe hacerse para lograr el objetivo. Normalmente el muñeco Daruma es varón, aunque existe una muñeca Daruma, conocida como Ehime Daruma (Princesa Daruma). (Foto: Vietnam+)
Un gran número de adultos y niños capitalinos experimentan el arte del plegado de papel de origami, que en el idioma japonés significa doblar papel. El origami consiste en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel. Usado originalmente para fines ceremoniales, el origami que hoy conocemos tuvo su surgimiento en el Edo japonés (siglo XVII al XIX), una época en donde florecen las artes y hay una visión hedonista de la vida, y el origami encajó en ese momento como un juego, un pasatiempo relacionado al papel. (Foto: Vietnam+)