Hanoi (VNA) - Las empresas propiedad de mujeres se han convertido en una fuerza impulsora importante de la economía, y la promoción de la formación y desarrollo de esas entidades es una tendencia común de numerosos países, incluido Vietnam.
Así lo subrayó el especialista del sector privado del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Donald Lambert, en un artículo publicado sobre el tema, con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
Donald Lambert consideró que en la actualidad las empresas pequeñas y medianas (Pymes) propiedad de mujeres enfrentan numerosas barreras financieras.
Esas entidades tienen 10 puntos porcentuales menos de probabilidad de obtener un préstamo bancario en comparación con las que disponen de eficacia comercial similar conducidas por hombres, dijo.
En promedio, las pymes propiedad de hombres pueden pedir préstamos con plazos hasta un 19 por ciento más largos que las encabezadas por las féminas, agregó.
Esas limitaciones no son solo problemas de las empresarias, sino también del país indochino. En caso de no tener suficiente financiación de manera sistemática, las pymes en manos de mujeres no pueden optimizar su contribución al crecimiento socioeconómico de Vietnam.
La cuestión no puede resolverse simplemente mediante la reasignación de capitales entre las líneas de negocios de las empresas, sino que requiere adoptar leyes en el campo, remarcó.
En 2017, Vietnam dio un paso importante con la aprobación de la Ley de Pequeñas y Medianas Empresas, reflejando la definición de las pymes propiedad de mujeres y dándoles prioridad a la hora de implementar medidas de apoyo del Gobierno, apuntó.
Además, las empresarias necesitan mejorar su propia capacidad, lo que se puede hacer mediante diversas formas de capacitación, según el tamaño y la trayectoria de crecimiento de la entidad, con el objetivo final de proporcionar a las mujeres habilidades comerciales con bancos y otros proveedores de capital, de acuerdo con Lambert.
Las asociaciones empresariales y organizaciones de desarrollo, incluido el BAD, han apoyado a Vietnam en las tareas de capacitación.
A través de subvenciones del Fondo de Iniciativas Financieras para Empresarias, el BAD ha estado trabajando con bancos vietnamitas en evaluaciones de disparidad de género en aras de ayudar a las instituciones bancarias a comprender mejor cómo atienden a las mujeres y mejorar esas actividades.
El BAD recomienda algunas medidas que las empresas deben implementar para poder otorgar mayor empoderamiento a las firmas propiedad de mujeres en Vietnam.
La primera es la estrategia. Cuando la gerencia de un banco determina que las mujeres son una prioridad estratégica, prestará atención a un ciclo de mejora de actitudes, sobre todo programas de capacitación que garantizan que sus empleados entiendan las distintas necesidades de las empresarias.
Enfatizó también la necesidad de ajustar los documentos de marketing y seguir las nuevas asociaciones estratégicas con las pymes propiedad de mujeres.
La segunda son los datos. La estrategia de las empresas se basa en indicadores de desempeño para informar a la junta administrativa y la gerencia con el fin de determinar si las estrategias son exitosas.
En ese sentido, los bancos necesitan cambiar los reportes que genera el sistema de información gerencial para agregar la función de análisis de carteras de clientes por género.
Las pymes propiedad de mujeres tienen menos posibilidad de acceder a bienes inmuebles hipotecables. En ese contexto, serían útiles los paquetes de préstamo que se centran en el flujo de efectivos y otras formas de hipoteca./.
Así lo subrayó el especialista del sector privado del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Donald Lambert, en un artículo publicado sobre el tema, con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
Donald Lambert consideró que en la actualidad las empresas pequeñas y medianas (Pymes) propiedad de mujeres enfrentan numerosas barreras financieras.
Esas entidades tienen 10 puntos porcentuales menos de probabilidad de obtener un préstamo bancario en comparación con las que disponen de eficacia comercial similar conducidas por hombres, dijo.
En promedio, las pymes propiedad de hombres pueden pedir préstamos con plazos hasta un 19 por ciento más largos que las encabezadas por las féminas, agregó.
Esas limitaciones no son solo problemas de las empresarias, sino también del país indochino. En caso de no tener suficiente financiación de manera sistemática, las pymes en manos de mujeres no pueden optimizar su contribución al crecimiento socioeconómico de Vietnam.
La cuestión no puede resolverse simplemente mediante la reasignación de capitales entre las líneas de negocios de las empresas, sino que requiere adoptar leyes en el campo, remarcó.
En 2017, Vietnam dio un paso importante con la aprobación de la Ley de Pequeñas y Medianas Empresas, reflejando la definición de las pymes propiedad de mujeres y dándoles prioridad a la hora de implementar medidas de apoyo del Gobierno, apuntó.
Además, las empresarias necesitan mejorar su propia capacidad, lo que se puede hacer mediante diversas formas de capacitación, según el tamaño y la trayectoria de crecimiento de la entidad, con el objetivo final de proporcionar a las mujeres habilidades comerciales con bancos y otros proveedores de capital, de acuerdo con Lambert.
Las asociaciones empresariales y organizaciones de desarrollo, incluido el BAD, han apoyado a Vietnam en las tareas de capacitación.
A través de subvenciones del Fondo de Iniciativas Financieras para Empresarias, el BAD ha estado trabajando con bancos vietnamitas en evaluaciones de disparidad de género en aras de ayudar a las instituciones bancarias a comprender mejor cómo atienden a las mujeres y mejorar esas actividades.
El BAD recomienda algunas medidas que las empresas deben implementar para poder otorgar mayor empoderamiento a las firmas propiedad de mujeres en Vietnam.
La primera es la estrategia. Cuando la gerencia de un banco determina que las mujeres son una prioridad estratégica, prestará atención a un ciclo de mejora de actitudes, sobre todo programas de capacitación que garantizan que sus empleados entiendan las distintas necesidades de las empresarias.
Enfatizó también la necesidad de ajustar los documentos de marketing y seguir las nuevas asociaciones estratégicas con las pymes propiedad de mujeres.
La segunda son los datos. La estrategia de las empresas se basa en indicadores de desempeño para informar a la junta administrativa y la gerencia con el fin de determinar si las estrategias son exitosas.
En ese sentido, los bancos necesitan cambiar los reportes que genera el sistema de información gerencial para agregar la función de análisis de carteras de clientes por género.
Las pymes propiedad de mujeres tienen menos posibilidad de acceder a bienes inmuebles hipotecables. En ese contexto, serían útiles los paquetes de préstamo que se centran en el flujo de efectivos y otras formas de hipoteca./.
VNA