La belleza de aldea de Dong Son no radica solo en su antigüedad y agricultura pura, sino también en la sencillez y la paz de una zona rural norteña, de ahí que haya sido elegida como unas de las 10 aldeas más bellas de Vietnam.
Dong Son, ubicada en el distrito de Ham Rong, a tres kilómetros del centro de la ciudad de Thanh Hoa, en la provincia homónima, tiene miles de años de historia y se asocia con la famosa civilización de Dong Son.
Pese a los altibajos de la historia, la devastación por la guerra y el paso implacable del tiempo, el sitio preserva los valores arquitectónicos característicos de un pueblo rural en la región centro-norte de la nación indochina.
Con una superficie de casi cuatro kilómetros cuadrados, este pueblo alberga actualmente unos 330 hogares con más de mil habitantes, y su arquitectura se caracteriza por los muros de ladrillo y el pavimento de piedra.
Recorrer sus calles resulta una vivencia única y calmante, pues apenas al entrar se puede sentir el ambiente tranquilo y experimentar la vida sencilla de los lugareños y conocer a los ancianos para estudiar la historia local.
También construyen a esa serenidad un paisaje de ensueño con estanques de lotos, nenúfares y la fragancia de las flores, factores que hacen de la aldea un destino encantador e ideal en el corazón de una ciudad agitada y bulliciosa.
Uno de los aspectos más llamativos para los visitantes de esta aldea son sus callejones que llevan nombres que representan valores humanos como Nhan (carácter humanitario), Nghia (lealtad), Tri (valentía), Dung (coraje), como si transmitieran un mensaje sobre la valiosa tradición de sus residentes.
Además de ser un destino turístico con hermosos paisajes también conserva valiosas reliquias culturales e históricas, motivo que cada año atrae más visitantes internacionales.
Un ejemplo de ese patrimonio es la casa de madera del anciano Luong Trong Due, que tiene 200 años de antigüedad y una arquitectura típica del siglo XIX.
El hijo de Trong Due, Luong The Tap estuvo consciente del valor de la residencia familiar y se ha encargado de cuidarla, repararla, embellecerla y preservarla a lo largo de los años.
Igualmente, creó espacios para exponer colecciones de objetos decorativos y herramientas de producción típicas del campo de la provincia de Thanh Hoa.
Sobresalen en Dong Son otras reliquias históricas como el templo dedicado al fundador de la aldea, Trinh The Loi, que está ubicado en la colina más alta del pueblo y es uno de los lugares de culto fundamentales para los pobladores.
Asimismo, al final de la aldea nos encontramos con la pagoda Pham Thong, donde solía anteriormente había una estatua de Buda de material bronce negro, junto con la gran y aireada cueva Tien Son.
Otro testimonio de la historia milenaria de la aldea es el pozo de más de dos mil años de antigüedad y que también resulta una importante atracción turística.
La antigua aldea de Dong Son guarda en su arquitectura, sus calles y sus tradiciones una muestra de los diferentes períodos históricos en la provincia de Thanh Hoa, en particular, y de Vietnam en general. Albergado en pequeños detalles o grandes construcciones los vestigios de cada etapa.
De acuerdo con los expertos, las evidencias arqueológicas de este pueblo, como conjuntos de herramientas agrícolas, armamentos, cerámicas y joyas únicas han marcado períodos y dinastías en la historia de la nación.
Todos esos descubrimientos demuestran la formación, el desarrollo continuo y la creatividad del pueblo vietnamita en Thanh Hoa.
Gracias a la conservación de valores culturales añejos, la antigua aldea de Dong Son es uno de los destinos atractivos para los turistas que desean conocer en primera persona la historia y cultura del país del sudeste asiático./.