Vietnam y Estados Unidos deben impulsar acciones, particularmente la propaganda en la superación de las secuelas de la guerra y en el alivio de dolores de las víctimas, subrayó la vicepresidenta vietnamita Nguyen Thi Doan.

Al recibir hoy en Hanoi al vicedirector del Instituto norteamericano Aspen, Elliot Gerson y titular del Programa del Agente Naranja/Dioxina en Vietnam, Charles Bailey, la subjefa del Estado expresó su deseo de que el Grupo de Diálogo Estados Unidos-Vietnam encargado del asunto continué su respaldo y contribución para solucionar las secuelas bélicas.

Valoró los aportes del Instituto Aspen en el fomento de relaciones bilaterales, incluida la organización de reuniones entre ambas partes para intercambiar y buscar medidas adecuadas enfiladas a minimizar las consecuencias de la letal química.

Calificó de compleja y duradera la solución de los negativos impactos del tóxico en el suelo vietnamita, la cual requiere de esfuerzos mutuos.

También elogió la participación de Washington en la limpieza de la dioxina en el aeropuerto de Da Nang, en la parte central de Vietnam, así como en el trabajo de reducción de la pobreza y ayuda a los discapacitados en el país.

Al reconocer los efectos del Agente Naranja y de la pasada guerra al pueblo vietnamita, Elliot Gerson afirmó que su entidad se esfuerza más para ayudar a Vietnam mediante los programas caritativos.

De 1961 a 1971, la aviación norteamericana roció 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más tóxicos conocidos por el hombre.

Se trata de la guerra química de mayor envergadura y larga dada que provocó las consecuencias más destructivas en la historia de la humanidad. Casi cuatro décadas después de la guerra, Vietnam sufre aún graves daños, con millones de víctimas y millones de hectáreas de bosque contaminadas. – VNA