El Gobierno de Filipinas anunció una nueva estrategia nacional de reducción de la pobreza, con énfasis en un mayor beneficio del crecimiento económico para los estratos sociales inferiores.

La nación sudesteasiática proyecta lograr un crecimiento económico de 7,5 a 8,5 por ciento en 2016 y dirigir en ese año el cinco por ciento de su Producto Interno Bruto a programas de combate a la miseria, en vez del tres por ciento en 2013.

Manila también planea bajar la tasa de la pobreza de 25,2 por ciento en 2012 a 16,6 por ciento en 2016 y mejorar la conexión entre las principales ciudades y las zonas rurales apartadas, donde reside la mayoría de los 100 millones de filipinos.

Empresarios y economistas consideran la insuficiencia infraestructural, sobre todo en transporte y energía, como el principal obstáculo para el desarrollo socioeconómico de Filipinas. – VNA