El aumento incesante del precio del arroz en las seis semanas últimas constituye una presión cada vez más fuerte que obliga a Filipinas a aumentar la importación para estabilizar el mercado doméstico y frenar el auge de la inflación.

Según expertos, la cotización del grano subió en cuatro por ciento en el trimestre pasado, a consecuencia del supertifón Haiyan, que devastó las zonas productoras principales del país, y del reforzamiento de las medidas gubernamentales destinadas a detener el contrabando.

Rex Estoperez, portavoz de la Agencia Nacional de Alimentos (NFA) reveló que desde finales de enero, Manila duplicó el volumen de arroz liberado de las reservas nacionales al mercado, lo cual disminuyó el almacenado a alrededor de 25 mil toneladas, equivalente a ocho días de consumo, casi la mitad de lo reglamentariamente establecido.

En tanto, el Departamento estadounidense de Agricultura pronosticó que la importación arrocera de Filipinas podrá alcanzar un millón 400 mil toneladas en 2014, un récord en los últimos cuatro años. – VNA