Yakarta (VNA) - Las 59 cuentas bancarias del Frente de Protección Islámica (FPI), una organización disuelta por el gobierno indonesio, fueron congeladas temporalmente por el Centro de Análisis e Informes de Transacciones Financieras (PPATK) bajo sospecha de lavado de dinero.
Un representante de PPATK, Natsir Kongah dijo la víspera que la medida estaba de acuerdo con la Ley de 2010 contra el lavado de dinero y la Ley de 2013 sobre la prevención y eliminación de actividades de financiamiento del terrorismo.
El FPI, conocido como un grupo politizado con ideal firme, lo dirige por el clérigo musulmán Rizieq, una figura controvertida entre los políticos indonesios que fue arrestado a principios de este mes.
El mismo día, la policía indonesia allanó la sede del grupo extremista Jamaah Ansharut Daulah (JAD) en la ciudad de Makassar. Entre los sospechosos detenidos, dos murieron mientras intentaban resistir y atacar a la policía, mientras otro recibió disparos. Las fuerzas de seguridad arrestaron a los 17 restantes.
Los dos muertos fueron acusados por involucrarse en los atentados con bombas en iglesias en Jolo, Filipinas, a principios de 2019. Además, el portavoz de la policía nacional indonesia, Ahmad Ramadhan, dijo que estos dos transfirieron dinero a los perpetradores.
JAD es una red terrorista en Indonesia que juró lealtad al autodenominado Estado Islámico . Los miembros de JAD lanzaron una serie de atentados suicidas con bombas en iglesias en Surabaya, la segunda ciudad más grande de Indonesia en 2018 y provocaron la muerte de muchas personas./.