En esta tierra de forma de la S, coexisten múltiples religiones y loscreyentes en su mayor parte son trabajadores patrióticos, y desde susprimeros días, el Partido Comunista de Vietnam (PCV) definió la unidadde las creencias, como parte de la gran unidad nacional, como unimportante elemento de la liberación del pueblo y construcción delsocialismo.
Con esa determinación, el PCVy el Estado vietnamita se esfuerzan constantemente por la libertad deculto, desde las leyes hasta la práctica, considerándolos como uno delos derechos básicos del ciudadano.
Sinembargo, fuerzas hostiles siguen la propaganda de mentiras sobre falsas“violaciones de libertad de credo” en el país indochino con intencionespolíticas - muy alejadas del beneficio verdadero de los religiosos - dequebrar la gran unidad nacional del pueblo vietnamita y crear pretextospara intervenir en los asuntos internos de una nación soberana.
Entre sus argumentos principales, niegan lanecesidad de la gestión estatal sobre las actividades religiosas,maximizando una interpretación errónea del término “libertad”.
No obstante, tal refutación carece de basesteóricas y prácticas, dado el carácter social tanto de lasorganizaciones religiosas como de las ceremonias que celebran, así comola responsabilidad de esas, como todas otras entidades legítimasreconocidas, de cumplir con la ley.
Otratáctica conocida de esas fuerzas, siempre sedientas de desórdenessociales, es tergiversar las políticas y las leyes al respecto ysatanizar la situación de la vida de culto en el país, siguiendo elpensamiento de que una mentira repetida mil veces se convierte en“verdad”.
Contrarios a sus maliciososdeseos, resultan irrefutables las reformas jurídicas y políticas enVietnam dirigidas a consolidar esa libertad y facilitar las ceremoniasreligiosas, enriqueciendo así la vida espiritual del pueblo en paralelocon el crecimiento económico durante casi dos décadas.
Para tomar un ejemplo: de 2006 hasta la fecha, el número deorganizaciones religiosas activas reconocidas en Vietnam se incrementóde tres a 37. En ocho años de despliegue del Decreto sobre las Creenciasy Religiones, se construyeron y restauraron 20 mil centros de culto, yel país tiene en la actualidad a 333 mil personas con sus vidasconsagradas a alguna divinidad.
Hoy día,casi todas las entidades religiosas han publicado sus propias obrastemáticas con millones de titulares, incluso en los idiomas étnicos deKhmer, E De, Gia Rai, Ba Na, o lenguas extranjeras como inglés yfrancés. Vietnam también se encuentra más activo en la organización deeventos religiosos internacionales o en la participación en forosmultilaterales sobre el tema.
De esaforma, la realidad de la vida espiritual de su pueblo recibe cada vezmás reconocimientos y elogios de la comunidad internacional, excepto lascríticas infundadas de pocas naciones o grupos – muchas de ellas conmotivaciones políticas y con el famoso “doble estándar” – que seautoconceden el derecho de juzgar e intervenir en los asuntos internosde otros países soberanos.
Con la certezaen la política a favor de las creencias del Partido y del Estado, elpueblo vietnamita está convencido de que la verdad vencerá a lasmentiras y tergiversaciones, así como otras conspiraciones de la llamada“transición pacífica”, de las fuerzas hostiles. – VNA