Las autoridades de Myanmar levantaron el toque de queda aplicado a partir del día 3 en siete áreas de Mandalay, la segunda mayor ciudad en el Norte del país.

La medida, en vigor desde las 21:00 hasta las 05:00 hora local, fue primero reducida debido al mejoramiento de la situación de seguridad en esa urbe antes de ser suspendida totalmente ayer.

Desde entonces, mil 400 personas recibieron severas multas por violar la prohibición de reunión de más de cinco personas.

Las autoridades birmanas impusieron esa orden después de una ola de violencia estallada el 1 de julio que causó dos muertos y 17 heridos.

En los disturbios, centenares de extremistas atacaron una tienda de té en Chanaye Tharzan después de que su dueño, un musulmán, fue procesado por violencia sexual.

Los medios noticiosos locales informaron que muchos vehículos y kioscos quedaron destruidos y la policía detuvo a 56 sospechosos involucrados, quienes fueron castigados severamente.

Los conflictos étnicos y religiosos son algunos de los problemas sociales más graves en Myanmar. Los enfrentamientos entre la población musulmana y la budista en el estado de Rakhine desde 2012 hasta la fecha dejaron un saldo de 250 muertos. –VNA