Actos de violencia continúan en la ciudad birmana de Sittway, cabecera del estado de Rakhine, pese al toque de queda impuesto por el Gobierno nacional y los esfuerzos de la policía.

El martes pasado, se registraron seis casas destruidas por incendio, mientras las fuerzas de seguridad repelieron un ataque de unos rebeldes armados de fúsiles.

Según cálculos de fuentes locales, del 8 al 11 de este mes, confrontaciones colectivas en Rakhine causaron la muerte a 21 personas, heridas a otras 21 y destruyeron a mil 662 viviendas y seis centros comerciales.

Autoridades birmanas instalaron ocho campos comunes para ubicar a unos seis mil 500 refugiados que huyen de las zonas en conflictos.

Por su parte, el parlamento de Myanmar discutirá en su próxima sesión soluciones para la crisis en Rakhine. – VNA