Representantes de las Naciones Unidas exigieron hoy a las partes concernientes a poner fin a la situación violenta en la ciudad portuaria de Zamboanga, en el sur de las Filipinas.

La coordinadora de asuntos humanitarios de la ONU en el país llamó a “abrir un pasillo de seguridad para que civiles escapen de los conflictos” entre fuerzas gubernamentales y el movimiento insurgente Frente de Liberación Nacional de Moro.

Según cálculos de la Oficina de Coordinación Humanitaria, los enfrentamientos armados desde el pasado día 9 ahuyentaron a unos 16 mil residentes locales a 20 campos de evacuación.

De los 136 mil civiles afectados por esos conflictos, que causaron hasta el momento por lo menos cinco muertos, la mayoría queda estancada en aldeas costeras sin accesos a los dichos campos mientras cientos fueron secuestrados por los sublevados. – VNA