Hanoi, 20 jul (VNA)- La pandemia del COVID-19 vino a acelerar la reconstrucción de la tecnología automotriz de Tailandia, la columna vertebral de esa industria en el Sudeste Asiático, toda vez que el cierre de una serie de fábricas ha provocado un giro hacia los vehículos eléctricos.

Varios productores tailandeses ya habían comenzado a cambiar antes del brote de la epidemia debido al avance del sector hacia los vehículos “verdes”, estimulados por la empresa Tesla.

En marzo pasado, el gobierno tailandés fijó una meta de que en 2030 los vehículos eléctricos constituyan el 30 por ciento de la producción total, equivalente a 750 mil unidades, como parte de los esfuerzos por aliviar la contaminación ambiental.

Según la Agencia Internacional de la Energía, las ventas globales de esos medios electrónicos este año podrían registrar 2,3 millones de unidades, antes de llegar a 45 millones en 2030.

Manit Promkareekul, presidente del Congreso Laboral Automotriz de Tailandia, dijo que los fabricantes de componentes usan 80 por ciento de la fuerza laboral del sector automotriz de este país y han despedido a 20 mil empleados, cifra que podría llegar a 100 mil al cierre de este año.

Además de ensamblar vehículos eléctricos, numerosos productores tailandeses buscan oportunidades en otros campos como la fabricación de equipos médicos en lo que sería una tendencia en esta nación después de la pandemia./.
VNA