La Confederación de Periodistas de la ASEAN (CAJ, en inglés) expresó su inquietud por las acciones intimidantes de China en el Mar Oriental y exhortó a ese país a retornar a la mesa de negociaciones para resolver el asunto.

En una declaración reciente, ese organismo de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) denunció que las sucesivas provocaciones de Beijing en el Mar del Este y Mar de China Oriental se han convertido en una seria preocupación de todos los pueblos amantes de la paz en el mundo, sobre todo los del Sudeste de Asia.

Esos movimientos, señaló, afectaron gravemente a las relaciones con sus dos miembros, Filipinas y Vietnam.

“Describimos esas acciones como una “tiranía”, pues claramente China emplea el poderío económico y militar contra sus vecinos más débiles y pequeños para imponer sus reclamaciones territoriales pese a la tradición histórica, evidencias y las relaciones pacíficas y longevas con países sudesteasiáticos”, subrayó.

Expresó su apoyo a los esfuerzos de los gobiernos de naciones concernientes y las organizaciones internacionales en la búsqueda de una solución duradera y de carácter vinculante para ese asunto.

Exigió a China, como miembro principal de las Naciones Unidas (ONU), a mostrar su papel pionero mediante el respeto a la integridad territorial de naciones vecinas, el cumplimiento del derecho internacional y reconocimiento de la importancia de los mecanismos arbitrales internacionales para dirimir las disputas.

Exhortó a los periodistas en la región y el mundo a contribuir a las labores para divulgar al público la importancia del respeto mutuo y recordar a China que la política que persigue no gana respeto, sino genera más sospechas, lo que le pone en situación de aislamiento.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 38 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 11 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior, pero todavía dentro de la aguas jurisdiccionales de Vietnam.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982, y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental.

Con moderación, buena voluntad y sinceridad, Vietnam empleó todos los canales a todos los niveles para protestar por ese acto violatorio y exigir la retirada inmediata de su plataforma petrolera Haiyang Shiyou – 981 y los barcos armados y militares de las aguas jurisdiccionales del país indochino.

Sin embargo, la respuesta de Beijing a esa reclamación legítima y pacífica de Hanoi fue el uso continuado de la fuerza y el aumento de las acciones intimidatorias cada vez más peligrosas, además de proferir calumnias.-VNA