Afirmó que el debilitamiento del autodenominadoEstado Islámico (EI) en el Medio Oriente y la reciente ocupación de la ciudadfilipina de Marawi por hombres armados que apoyan al mencionado grupoterrorista han renovado la preocupación de que la región se convierta en unimán para los militantes.
Según él, muchos combatientesregresaron a Marawi y otras áreas de la región pueden convertirse en focospotenciales para los terroristas.
Singapur incluso tiene la preocupaciónde que el estado de Rakhine se convierta en otro santuario, otro semillero parael extremismo, agregó.
Durante el año pasado, Filipinas seenfrentó a la violencia militante más grave de la región, que comenzó cuandocientos de hombres armados, incluidos algunos de otras partes de la región,ocuparon Marawi.
Indonesia y Malasia informaron quemiles de sus ciudadanos simpatizan con el EI y se cree que cientos viajaron aSiria para unirse al grupo.
Las autoridades indonesiasinterrumpieron el año pasado una conspiración de los militantes para lanzar unataque en Singapur, país que ocupará el cargo rotativo de presidente de laASEAN en 2018.-VNA