La prohibición, por un plazo indefinido, de importar cualquier tipo de crustáceo vivo en vigencia en Filipinas beneficia a sus exportadores, según la Administración nacional de Pesca y Recursos Acuáticos (BFAR, en inglés).

Gracias a esta regulación dictada por BFAR en abril del año pasado con el fin de prevenir el síndrome de la Mortalidad Temprana (EMS, en inglés) y otras epidemias, Filipinas es hoy día el único país asiático inmune a dichos “contagios”.

La exportación filipina del camarón blanco alcanzó, en los últimos tres meses, un promedio mensual de 250 mil dólares, informó el director de BFAR Asis G. Perez al diario Philippine Daily Inquirer.

El país sudesteasiático registró el año pasado una producción nacional de más de 48 mil toneladas de camarones valoradas en 43 millones de dólares, un aumento de cerca de mil toneladas comparado con la de 2011.- VNA