Hanoi- La temporada de otoño en Hanoi se caracteriza por la suave luz dorada del sol, las brisas frescas y el aroma encantador de la plant ahoa sua (Alstonia scholaris), destacan además las delicias culinarias que despiertan una profunda nostalgia y deleitan el paladar.
Com (arroz verde joven)
El símbolo supremo en cuanto a gastronomía durante el otoño en Hanoi es el postre com (arroz verde joven) que sobresale por ser sencillo y rústico, y se convierte en un capricho irresistible para todo aquel que visite la capital vietnamita durante esa fecha.
Cuando se acerca el otoño y el aire se vuelve más fresco, es fácil ver a los vendedores llevando cestas de com por las calles de toda la ciudad.
Esa preparación es el dulce más especial entre todas las delicias otoñales de Hanoi. Se prepara con arroz glutinoso joven a través de un meticuloso proceso artesanal y obtiene un tono verde característico y un sabor delicado.
El banh com se suele envolver en hojas de plátano o de loto y se vende fundamentalmente durante el Festival del Medio Otoño.
La dulzura de la preparación combinada con la fragancia de las hojas brindando un sabor único que encarna la esencia de esa época del año.
La elaboración más famosa de este platillo proviene del pueblo Vong, donde los lugareños se enorgullecen de su especialidad. El pastel de esa localidad tiene una textura fina y suave y conserva una ligera capa de salvado de arroz, que exuda la fragancia del arroz joven infusionado con leche.
Para obtener un buen maridaje es ideal disfrutarlo con caquis maduros o chuoi tieu trung cuoc (un tipo de plátano), la combinación armoniosa de dulzura suave e intensa realza su sutileza.
El com de Hanoi también se transforma en una variedad de platos como banh com (pastel de arroz verde), cha com (salchicha de cerdo con arroz verde), xoi com (arroz glutinoso en hojuelas verdes), che com (sopa dulce de arroz verde), com xao (arroz verde salteado), chuoi tieu cham com (plátano con arroz verde) y com dep tron dua deo (arroz glutinoso verde mezclado con coco).
Cada una de estas preparaciones ofrece un sabor distinto que cautiva a quien los degusta.
Sau Chin, o dracontomelon maduro
Ya más entrada la temporada otoñal con sus vientos frescos y hojas amarillas que caen sobre los tejados, los últimos restos del sau (dracontomelon) del verano comienzan a madurar hasta adquirir un tono dorado.
Para los habitantes de la capital vietnamita, el sau chin es un dulce muy apreciado. Estas frutas doradas y crujientes, con su equilibrio perfecto de sabores ácidos, picantes, salados y dulces, son un refrigerio perfecto por su simplicidad y encanto.
Cuando esta fruta está ligeramente madura tiene una piel de color amarillo verdoso y una pequeña semilla sabrosa en el interior. Al pelarla y cortarla en espiral, generalmente se mezcla o se sumerge en sal de chile para realzar su característico sabor ácido y crujiente.
Con solo un pequeño bocado sentiremos una explosión de sabores (ácidos, picantes, salados y dulces) en el paladar. Disfrutar del sau es un placer para las papilas gustativas y una manera deliciosa de saborear la esencia única otoñal de Hanoi.
Caqui
Para el final del otoño en la capital llegan los caquis crujientes, aunque la piel exterior puede parecer verde, el interior revela una pulpa de color amarillo anaranjado vibrante con una dulzura suave y un crujido agradable.
Al madurarse completamente su piel exterior adquiere un característico tono naranja, lo que los hace visualmente atractivos y refrescantes.
Otra variante es el caqui remojado (hong ngam) es otra especialidad. Tiene una temporada corta, dura poco más de un mes, y se vuelve menos común después del Festival del Medio Otoño, que se celebra el día 15 del octavo mes del calendario lunar.
Para elaborarlos se cosechan caquis pequeños, con piel de color amarillo verdoso, y no se pueden comer inmediatamente después de ser recogidos. Deben remojarse en agua durante varios días para eliminar la astringencia y permitir que la fruta se ablande ligeramente, mejorando su dulzura y textura.
A diferencia de los caquis rojos que son suaves, dulces y pueden volverse empalagosos rápidamente, los remojados tienen una dulzura suave y una contextura crujiente y masticable que los hace agradables de comer en grandes cantidades sin resultar acaramelados.
Qua Thi (Diospyros decandra)
Una señal especial de que ha llegado el otoño es la fruta thi (manzana dorada de temporada tardía), porque con su encanto rústico es un símbolo de la belleza sencilla del campo del norte de Vietnam.
La temporada de thi en Hanoi suele durar de septiembre a noviembre, cuando es habitual ver vendedores ambulantes vendiéndola en varias calles de la ciudad.
Existen dos tipos principales de esta fruta: una es redonda y a menudo llamada thi muon, y la otra es más pequeña, ligeramente aplanada y conocida como thi sap o thi luc sap.
La thi madura se vuelve dorada y se puede conservar durante 4 o 5 días, mientras que las verdes pueden durar hasta medio mes cuando se exhiben.
Esta fruta tropical emite una fragancia suave y rústica y tradicionalmente se usa por su aroma en lugar de para consumirla. A menudo se compra para exhibirla en altares durante la primera luna llena del otoño.
Cha ruoi (medallón de neréididos a la parrilla)
El ruoi, un tipo de gusano marino, se encuentra solo en aguas salobres cercanas a las desembocaduras de los ríos. Este manjar es particularmente buscado durante el otoño, cuando está en su mejor momento.
La temporada del ruoi es breve y suele ocurrir desde fines de septiembre hasta principios de octubre según el calendario lunar.
Un platillo único son los buñuelos de ruoi, el rico sabor de ese molusco mezclado con huevos, se combinan con el sabor refrescante de la cáscara de mandarina y el aroma fragante del jengibre y las hojas de piper lolot.
El ruoi tiene varias maneras de prepáralos como buñuelos, pasta, al vapor o salteado con hojas de gac. Cada platillo tiene su sabor único y su forma de disfrutarlo, pero sin dudas es más popular y delicioso es el buñuelo./.