Las leyes internacionales, entre ellas la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982, debe ser un principio angular de la solución de las disputas territoriales en el Mar del Este.

Tal opinión común fue expresada por los eruditos en el tercer taller sobe las relaciones Estados Unidos - Japón y el Sudeste de Asia, concluida en Singapur la víspera.

Los participantes expresaron su preocupación por los nuevos desafíos a la seguridad en el sudeste de Asia, en particular la actitud provocadora de China en las disputas territoriales con sus vecinos durante los últimos tiempos.

Los especialistas subrayaron también la suma importancia de la unidad entre los integrantes de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) en el asunto.

Subrayaron que la cooperación multifacética con Estados Unidos y Japón es también un factor importante para ayudar a equilibrar los actos provocativos de Beijing y asegurar la estabilidad en la región.

El jefe de la delegación vietnamita, Hoang Anh Tuan, director del Instituto para la Política Exterior y de Estudios Estratégicos, informó a los participantes sobre las violaciones de China a la soberanía vietnamita desde el 2 de mayo cuando emplazó de forma perversa la plataforma petrolífera Haiyang Shiyou-981 en la zona económica exclusiva del país indochino.

Abogó a la comunidad internacional por sumir sus voces para instar a China retirar incondicionalmente su perforadora de las aguas vietnamitas, así como respetar el derecho internacional y trabajar en conjunto con los miembros de la ASEAN para la formación de un Código de Conducta en el Mar del Este.

A principios de mayo, China emplazó de forma perversa la Haiyang Shiyou-981, escoltada por numerosos barcos armados, naves militares y aviones de combate, en un lugar a 80 millas marinas dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Recientemente, el barco chino número 11209 embistió y hundió al pesquero vietnamita DNa 90152 pese a que realizaba operaciones normales en su caladero tradicional.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 38 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 11 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior, pero todavía dentro de la aguas jurisdiccionales de Vietnam.

Tal peligrosa movida es una clara y grave violación de las leyes internacionales, sobre todo de la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS) de 1982, y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental firmada por el propio Estado chino. También amenaza directamente la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación en el Mar Oriental.

Con moderación, buena voluntad y sinceridad, Vietnam empleó todos los canales a todos los niveles para protestar por ese acto violatorio y exigir la retirada inmediata de su Haiyang Shiyou – 981 y los barcos armados y militares de las aguas jurisdiccionales del país indochino.

Sin embargo, la respuesta de Beijing a esa reclamación legítima y pacífica de Hanoi fue el uso continuado de la fuerza y el aumento de las acciones intimidatorias cada vez más peligrosas, además de proferir calumnias.-VNA