Bac Giang, Vietnam, (VNA) Las autoridades y los pobladores de esta provincia norvietnamita se enfrascan en proteger el Ca Tru (Canto Ceremonial), reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible, el cual requiere medidas urgentes de salvaguardia desde 2009. 

Trabaja provincia vietnamita de Bac Giang para preservar canto patrimonial hinh anh 1Foto ilustrativa (Fuente: VNA)

El Ca Tru, exponente de la música, danza y canto folclóricos de Vietnam, consiste en un arte cuya singularidad reside en la combinación diversificada, sofisticada e inteligente entre los géneros poéticos y la música, a veces acompañado por la danza.

Apareció en el siglo XI y se expandió de forma amplia cuatro siglos después. Sin embargo, solo a fines del siglo XX recibió reconocimiento a nivel mundial y llegó a ser estudiado, así como presentado por músicos y compositores de diversas universidades prestigiosas en el mundo.

La escenografía del Ca Tru está compuesta por cinco espacios escénicos principales, y cada uno se caracteriza por una forma distinta de cantar y de actuar.

En una interpretación se involucra al menos a tres artistas: una vocalista, llamada đao nương o ca nương, la cual canta manteniendo el ritmo tocando el phách, un instrumento de percusión compuesto por dos palitos de bambú; un músico, llamado kep, que toca el “dan day”, un laúd de cuello largo con tres cuerdas; y por último un “quan bien”, quien toca el “trong chau”, un tambor de alabanza.

Entre ellos, se aprecia más a la vocalista, o ca nuong, pero para llegar a ser reconocida, la misma tiene que trabajar duro y superar numerosos desafíos.

Durante un largo tiempo previo al reconocimiento de la UNESCO, el Ca Tru cayó en el olvido en Bac Giang, cuando los artistas veteranos envejecieron, y las generaciones jóvenes perdieron interés en ese arte tradicional.

Ante esa situación, el gobierno provincial respaldó el establecimiento de ocho clubes de Ca Tru, con el fin de revitalizar ese canto patrimonial en la vida moderna.  

Fundado en 2009 con 10 miembros, en su mayoría jubilados, el club del distrito de Yen Dung ahora cuenta con 30 integrantes, entre ellos jóvenes y niños. 

De acuerdo con Ong Thi Thu Hoai, jefa de ese círculo, los miembros del club se reúnen una vez cada mes para intercambiar conocimientos y técnicas de Ca Tru, además de aprender a perfeccionar sus técnicas a través de internet.  

“Sin embargo, enfrentamos dificultades debido a la escasez de recursos económicos. Durante los últimos 10 años, los miembros del club a veces tuvieron que comprar por su propia cuenta el vestuario e instrumentos musicales, pero nadie perdió el amor a Ca Tru,” afirmó. 

En los últimos años, el gobierno de Bac Giang abrió una clase de ese canto, impartidas por artistas profesionales, al tiempo que ofrece la vestimenta, así como los instrumentos a los clubes, a la vez que incorporan el Ca Tru en los festivales artísticos locales. 

Con esos esfuerzos, la provincia está alcanzando resultados notables en la preservación del canto patrimonial. 

No obstante, un representante de la administración local admitió que existen grandes desafíos en la divulgación de ese arte en la vida moderna. 

Como todos los clubes son voluntarios, y los miembros son artistas amateurs, que trabajan en diferentes ocupaciones, las actividades de esos círculos resultan inestables, explicó. 

Además, los artistas no tienen muchas oportunidades para interpretar el Ca Tru ante el público, debido a que pocas personas entienden y aman ese arte tradicional, añadió. 

Por otra parte, resultan aún escasas las interpretaciones de Ca Tru en los festivales artísticos locales, evaluó.

Recientemente, Bac Giang celebró el X aniversario del reconocimiento de la UNESCO al Ca Tru, ocasión ideal para valorar los resultados alcanzados en la conservación de ese arte, y planificar medidas destinadas a desarrollar sus valores y su popularidad./.

 
 
 
 
 
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