La Sangha Budista de Vietnam (SBV) organizó anoche un programa artístico en saludo a la ceremonia de gratitud filial Vu Lan, celebrada anualmente en el decimoquinto día del mes lunar, que coincide este año con el 10 de agosto.

Las canciones sobre el amor de las madres hacia sus hijos y las cintas documentales acerca del significado de esta efeméride en la vida espiritual de los vietnamitas figuraron entre las actividades más destacadas en el evento.

Los organizadores ofrecieron asistencia financiera a Phung Thi Ngoc, ejemplo de gratitud filial de Ciudad Ho Chi Minh en 2013, quien por sí sola cuida a su madre enferma, su suegra paralizada, su cuñada con deficiencia mental y sus niños, incluido uno con autismo.

Según la SBV, todo el fondo recaudado en la cita se dedicará a la entrega de regalos en varias pagodas en el país, donde albergan a aldeanos, huérfanos y personas de dificultades.

Con origen en la leyenda sobre el bodhisatva Mandglyayana, uno de los apóstoles más destacados del Buda, quien salvó a su madre de encarnarse en un demonio hambriento, el Vu Lan se convirtió en un festejo para agradecer uno de los cuatro grandes favores que cada ser humano disfruta en su vida.

En Vietnam, con el budismo como el culto más influyente y arraigado, el ritual sobrepasó el carácter de acto religioso para ser una ceremonia cultural popular y una oportunidad para encuentros familiares, incluso para los ateos. – VNA